En los últimos días se conoció que científicos de ExxonMobil, la empresa que produce más petróleo en Estados Unidos, predijeron con precisión cómo la quema de combustibles fósiles calentaría el planeta, según reveló un estudio publicado en la revista Science.

Criticando ese hecho partió el filósofo y pensador Noam Chomsky su esperada charla en el Congreso Futuro, donde habló exclusivamente sobre la crisis climática y la situación en la que nos encontramos como especie para enfrentar lo que, considera, sería nuestra propia sentencia de muerte si no tenemos la respuesta correcta.

No solo criticó a la industria de los combustibles fósiles sino también a los bancos que las financian y a los gobiernos que les entregan subsidios, “financiando la aceleración de nuestra propia catástrofe como especie”, declaró.

Negacionismo climático

Chomski alertó que la industria petrolera está librando una “guerra contra el conocimiento científico” y describió la forma en que los relacionistas públicos de las empresas ya en los 70 lograron poner en duda la evidencia recopilada por la misma industria, generando que se perdieran años de acción climática posible, y que como humanidad estemos en una posición mucho más compleja ahora para solucionar el problema que la que se hubiera tenido hace cinco décadas, según reflexiona.

Crisis en Brasil

Como ejemplo de la disyuntiva actual planteó el caso de Brasil, donde declara que científicos han sabido por años que la Amazonía es un sistema que al destruirse colapsa, y que lo que antes era uno de los mayores sumideros de carbono ahora se convierte en uno de los mayores emisores de dióxido de carbono a la atmósfera.

Sostuvo que el gobierno de Brasil podría enfrentarse a esta destrucción, pero hay fuerzas poderosas en su camino, como las que financiaron, sostiene, la insurrección ocurrida en dicho país el 8 de octubre, en que grupos de bolsonaristas se tomaron las sedes de tres poderes del Estado en Brasilia.

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Hay solución

No todo son malas noticias según Chomski: “los medios para prevenir la catástrofe y transitar hacia un mundo mejor están disponibles, son factibles y hay evidencia fuerte de que son los correctos. Se han elaborado planes detallados y estos se están aplicando en cierta medida gracias a dedicados activistas, aunque de forma insuficiente”, analizó.

Sin embargo, señaló que no toda la humanidad es igualmente responsable sino que “son los ricos de los países ricos quienes tienen una abrumadora responsabilidad por la catástrofe”, y que eso nos lleva a cuestiones de justicia climática.

“La pregunta definitiva es si vamos a poder reconciliar la enorme brecha entre nuestra capacidad técnica de destruir y nuestra capacidad moral de controlar ese impulso. Es la pregunta definitiva porque si no recibe la respuesta correcta, no existirá nada más que preguntarse. Esa es nuestra circunstancia hoy”, concluyó Chomski.

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