Carabineros comenzó a investigar las razones como, en extrañas circunstancias, desconocidos robaron más de 50 armas de grueso calibre, en un edificio perteneciente al Ejército de Chile.

De acuerdo a las primeras informaciones aportadas por la policía uniformada, todo ocurrió en el Instituto de Investigaciones y Control ubicado en calle Pedro Montt y muy cercano al Centro de Justicia.

Un grupo de desconocidos llegó hasta el lugar, asegurando que venían a buscar estas armas, identificándose como proveedores, por lo que los funcionarios militares se las entregaron sin problemas y sin mediar intimidación, debido a que un superior les habría avisado que esto pasaría.

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Sin embargo, tras ocurrir el traspaso de las armas, quedó al descubierto que dicho superior no fue el que hizo el llamado, sino que alguien se habría hecho pasar por él.

Gorka Verde, mayor de Carabineros, señaló que, si bien el armamento es de grueso calibre, no son armas fiscales, sino que llegadas desde el extranjero para luego ponerlas a la venta en armerías establecidas.

Hasta el cierre de esta nota, se desconocía el paradero de los desconocidos y tampoco se sabía algo sobre el número total de armas de fuego robadas.