¿Cuáles son los plásticos desechables que prohíbe?

Cubiertos, palillos, vasos, tazas, bombillas, mezcladores, tapas que no sean de botellas, platos, pocillos, cajas o envases de comida preparada, bandejas, individuales y sachet de salsas. Está prohibida la entrega de estos artículos al interior de los establecimientos, cualquiera sea el material plástico del que estén compuestos. Cuando se trate de locales de delivery estará permitida la entrega de productos de materiales valorizables, distintos al plástico, o plástico certificado. Por su parte, los comercializadores de bebestibles estarán obligados a ofrecer botellas retornables y recibir envases vacíos, incluso cuando la venta se realice por medios electrónicos.

¿Cuáles son los impactos ambientales, económicos y sociales de los plásticos desechables?

Hoy el 80 % de la basura marina es plástico, debido a que la producción de plásticos desechables ha aumentado de 15 millones de toneladas en el año 1964 a 311 millones de toneladas en el año 2014. Si seguimos así, se estima que en 20 años esta cifra se duplicará. Según datos de la Fundación Oceana, en Chile se generan 23.240 toneladas de plástico de un solo uso, lo que equivale a 2.324 camiones recolectores de basura y al peso de 226 ballenas azules.

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¿Qué sanciones establece la normativa ante su incumplimiento?

Van de 1 a 5 UTM – $52.842 a $264.210 pesos – por cada producto entregado en contravención a la Ley. El mismo monto por cada botella plástica desechable comercializada que no cumpla con el porcentaje de plástico recolectado y reciclado dentro del país, y de 1 a 20 UTM por cada día que no se encuentre disponible el formato retornable. Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente tiene 18 meses a partir de la fecha de publicación de la Ley para elaborar un reglamento, que contenga los requisitos que deben cumplir los plásticos certificados, el porcentaje de plásticos que deben ser reciclados y recolectados, el porcentaje de envases retornable versus desechables.

¿Quién debe fiscalizar su cumplimiento?

La fiscalización de la Ley corresponde principalmente a las municipalidades. Sin embargo, cualquier persona puede denunciar el incumplimiento de las obligaciones establecidas en ella. El detalle de la certificación necesaria y requisitos para los plásticos permitidos serán establecidos por el Ministerio del Medio Ambiente en el reglamento de la Ley, que debiera ser publicado en febrero de 2023.

¿Qué pasará en febrero de 2022?

Se prohíben los productos de polietileno expandido – plumavit –, las bombillas, revolvedores, cubiertos y palillos de plástico de un solo uso, para consumo fuera de los establecimientos. Y se obliga a los mercados distribuidores de bebestibles a ofrecer y recibir botellas retornables. Ante esto nos preguntamos si el comercio estará preparado para hacer este cambio, al igual que los usuarios.

Lo bueno, lo malo y los desafíos de esta normativa

Ante estas interrogantes consultamos a Claudia Arias Escobar, Ingeniería Civil, Master of Environmental Management de la Universidad de Queensland (Australia) y fundadora de la tienda de productos ecológicos Rutina Sustentable, marca chilena de productos ecológicos que busca promover estilos de vida más sustentables a través del cambio en las acciones que realizamos diariamente, quien nos dio sus impresiones sobre esta Ley.

“Lo bueno de la Ley es que prohíbe los plásticos desechables en varias de sus versiones, lo malo es que no se prohíben todos los plásticos que debieran, ya que a pesar de que las botellas plásticas son uno de los 10 ítems más encontrados en las playas, no se prohíben, como si lo hacen en muchas ciudades del mundo. Por ejemplo, en San Francisco, California se prohíbe la venta de agua embotellada en envases plásticos. Por otra parte, el desafío de exigir plásticos compostables debiera ofrecer alternativas concretas de compostaje, porque prácticamente que no hay plantas de compostaje, y menos del 1% de los residuos orgánicos se valorizan en Chile” señala Claudia Arias.

Agrega “Me pregunto también, cómo fiscalizarán las Municipalidades pequeñas, por ejemplo, las que no tienen muchos recursos, ya que a más de un año de la completa vigencia de la Ley se siguen entregando bolsas plásticas en los comercios de barrio” señala Claudia Arias.

¿Cómo podemos reducir el consumo de plásticos desechables de nuestra rutina diaria?

Claudia nos da algunos consejos útiles: “Reducir y reemplazar las bolsas de plástico por bolsas de tela, en caso de tener que utilizar bolsas, usar bolsas compostables certificadas. Reemplazar las botellas desechables por botellas recargables, usar bombillas y cubiertos reutilizables en vez de los desechables, usar envoltorios de cera de abejas en vez del film plástico o alusa plast en la cocina y hacer compras a granel con frascos de vidrio y bolsas de género”.

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“La clave para hacer un cambio de hábito es pensar antes de consumir ¿Lo necesito? ¿Voy a usar el envase después de consumir lo que trae? ¿Se puede reemplazar por una versión que contenga elementos reutilizables? Además, les recomiendo tener su propio set de productos reutilizables, que reemplacen a los plásticos de un solo uso, andar siempre con tu botella de vidrio, metal o plástico de calidad, con tu bombilla metálica, cubiertos reutilizables, usar bolsas de género, frascos de vidrio, etc.”.

Como vemos hay muchas opciones para comenzar a hacer el cambio, elige la que más te acomode, y súmate, tienes hasta febrero para decidir. Puedes invitar a tus amigos/as y familia a seguir este reto: por un océano libre de plásticos desechables.