La polémica salida del ahora ex presidente de BancoEstado, Sebastián Sichel, sigue generando duras réplicas en contra del otrora ministro de Desarrollo Social, quien abandonó el cargo para emprender su camino hacia una candidatura presidencial.

Esto, porque desde el sindicato de BancoEstado, distintas voces han expresado el alivio de los trabajadores y trabajadoras, que veían en Sichel a un presidente preocupado más por sus prospectos políticos que por la institución, y específicamente, más concentrado en hacer campaña que en promover los intereses de la entidad.

“Los tiempos políticos se adelantaron”, argumentó el ex militante de la DC cuando fue consultado en una conferencia de prensa sobre esta salida, dando a entender que sus prioridades claramente no estaban en la institución que dirgía.

Desde el Banco, en tanto, los miembros del sindicato único de la entidad criticaron duramente su gestión, y se mostraron aliviados por su salida. “Fue la administración más nefasta que hayamos tenido”, dijo el presidente del sindicato único de BancoEstado, Marco Beas, a Interferencia.

“Hubo un desorden estructural en el banco porque la cabeza de éste estaba más preocupada de su campaña personal y presidencial, que de administrar un banco público con ese nivel de afluencia en medio de una pandemia”, afirmó Beas en esa línea, agregado que “convirtió cada idea del banco en una propuesta de campaña, apareciendo ejecutivo y resuelto, cuando en realidad lo único que le importaba era lucirse”.

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En el mismo sentido, otro trabajador le señaló al mismo medio que  Sichel “llegó a BancoEstado y nunca sentimos que él estaba comprometido, es muy mediático”.

"Trajo al banco a la gente de comunicaciones que trabajaba con él, puso dos gerentes en un área que no daba para tanto y eso en desmedro de otras áreas que requerían más atención. El venía a hacer campaña", agregó el mismo trabajador que, por no tener fuero sindical, prefirió no dar su nombre.

Uno de los principales contextos en los que Sichel dio cuenta de sus verdaderas preocupaciones, fueron sus constantes apariciones en matinales y programas de televisión.

“Del cien por ciento de sus minutos en televisión, él hablaba 95% de él y sólo 5% del banco”, dice Marco Beas al respecto, añadiendo que "cuando lo hacía (hablaba del banco), prometía cosas que no se podían cumplir. Puro humo”.

“Ocupaba los medios para dar a conocer supuestos avances o políticas del banco y señalaba que se haría tal o cual cosa y la estructura del banco no sabía, no estaban implementadas las políticas que proponía, no estaban cargadas en el sistema ni mucho menos estábamos enterados los trabajadores. Y no lo hizo una vez, lo hizo muchas. Decía, gran hipotecazo para las familias y se llenaban los bancos al día siguiente. Teníamos que estar viendo los matinales para enterarnos de las políticas del banco. Los productos se preparan y se ratifican, luego se lanzan”, relató Beas.

Otro ejemplo de estas situaciones ocurrió cuando "ofreció en un matinal que la gente fuera a las cajas vecinas, que se podían girar hasta 200.000 pesos y eso no es verdad, vendía humo. Las cajas vecinas no entregan más de 30.000 pesos, porque no manejan tanto dinero. Entonces, les decía, si no quiere hacer fila, métase a banco en línea y pida la renovación de su tarjeta Rut, pero no había forma de cursar tantas solicitudes en línea y las filas se hacían igual. Eso era mentir, es mentirle a la gente”, recordó otro trabajador.