La disputa simbólica que el gobierno insiste en sostener con los manifestantes que intervienen el monumento del general Baquedano ubicado en la renombrada Plaza de la Dignidad, sigue generando novedades.

Esta vez, de acuerdo a lo informado por La Tercera, el gobierno decidió que Carabineros triplique su contingente en la zona, pasando de tener un escuadrón de Control de Orden Público (ex FF.EE.), a tres en torno a la figura del militar.

La decisión, llega luego de que el Ejército planteara su preocupación ante la vandalización del monumento, y solicitara al Consejo de Monumentos Nacionales su remoción, y posterior instalación en un recinto militar, otorgándoles así la facultad de protegerlo.

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No obstante, desde el gobierno, el vocero Jaime Bellolio desestimó esa idea, afirmando que hacerlo sería "rendirnos ante el vandalismo".

En la vereda opuesta, pero también desde el gobierno, el ministro de Defensa, Mario Desbordes, criticó esta actitud, y cuestionó que "es un poquito fácil" decir aquello "si no soy yo el que la va a custodiar", por lo que instó a "tener un poquito más de profundidad en el análisis".

De cualquier forma, el mencionado medio explicitó que estas medidas buscan un control preventivo ante manifestaciones relativamente acotadas, detallando que no será una protección "a toda costa".

En cuanto a la potencial remoción del monumento, es el Consejo de Monumentos el que ahora debe decidir si aceptar o rechazar la petición del Ejército.