Este jueves la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó, por no reunir el quórum constitucional de 89 votos a favor, el proyecto de ley que establecía normas generales en materia de educación sobre afectividad, sexualidad y género para los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado, mejor conocido como la propuesta de Educación Sexual Integral.

La primera votación en general registró 71 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones. Sin embargo, la segunda, que incluía los artículos 1, 2, 3, 4 y 7, que trataban materias propias de ley orgánica constitucional, requería de 89 preferencias afirmativas, margen que no se alcanzó al sumar 73 votos de respaldo, 67 negativos y dos abstenciones.

Entre todas las intervenciones de las y los representantes, hubo una que causó varias reacciones en redes sociales, por lo contradictorio de su argumentación.

"Entra en evidente contradicción con muchos idearios educacionales totalmente legítimos y válidos", fueron las palabras que el diputado Sebastián Álvarez (Evópoli) comenzó a referirse y oponerse al proyecto de Educación Sexual Integral que se tramita en el Congreso.

El parlamentario luego consignó que esta ley se aplicaría en todos los establecimientos, públicos y privados, en consonancia con "ideas progresistas", como "el fomento del respeto por la diversidad y la no discriminación, especialmente basada en el sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género (...) o del desarrollo de una sexualidad libre, o en el simple reconocimiento del género, que incluso se incorporó en título del proyecto".

"Presidente, imponer visiones como las anteriormente señaladas, es abiertamente una propuesta totalitaria, cuya oposición no pasa por declararse conservador o liberal. Es más, quiero decirle que este proyecto es totalmente antiliberal, pues no respeta la libertad de los padres, ni la de los colegios", concluyó Álvarez.

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