La chilena Ángela Tarraga es una ariqueña, fotógrafa y voluntaria de una fundación belga que actualmente se encuentra en Líbano, motivo por el que fue contactada por ADN para que entregara su testimonio acerca de la explosión que se registró este martes en Beirut.

Quien habita a 20 minutos de donde ocurrió la tragedia, detalló que todo transcurrió en medio de “una tarde normal y de repente, de la nada, fue un estallido, una onda sísmica con mucho ruido y casi en simultáneo vino la onda. Sonó la alarma, la gente salió y empezamos a buscar un avión de guerra, un dron. En esta zona la gente no piensa en terremotos, sino en un ataque aéreo”.

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“Me mudé hace 15 días a este sector (en Trípoli) y jamás pensamos que iba a suceder lo que estamos viviendo en este momento. Es un duelo nacional. Hay un halo de tristeza, de incertidumbre en el futuro. Con esto, (la gente cree que) el país murió, es el inicio de un conflicto político, bélico. No hay nada esperanzador realmente, es triste”, ilustró luego respecto de la dolorosa situación.

En relación a las causas, la fotógrafa admitió que “es un poco comprometedor decir esto, pero si bien los grandes medios de comunicación informan de un hecho o una tragedia casual, a vox populi no es verdad. (Dicen) que esto fue intencional, el gobierno tiene un periodo de una semana para encontrar a los culpables, a los que han colaborado con este desastre, con esta masacre. Hay videos circulando en las redes, en los grupos de WhatsApp del dron que dejó caer misiles, porque el blanco del ataque no era el muelle, era el cargamento que estaba en los contenedores”.

Adicionalmente, la chilena asegura que esto “es un tira y afloja entre Israel y los grupos políticos que no van a ceder y el Líbano está al medio".

Sobre su futuro, la profesional de la fotografía reconoció que le gustaría estar en Chile. “Quisiera volver. Arica está en cuarentena, tengo mi familia allá, pero los vuelos están a un precio muy elevado, por lo que voy a esperar un mes para determinar con calma. Las conexiones con Europa están muy caras y, además, es muy difícil armar una conexión hasta Sudamérica”, transparentó.

“Hay gente que cree en el presidente (Michel Aoun) y otros que no, que quieren definitivamente que se radique todo pensamiento extremista del país, pero Israel está en la sombra, provocando las decisiones importantes”, sostuvo a renglón seguido Tarraga.