Estados Unidos se aproxima a los 150.000 muertos por COVID-19
Estados Unidos alcanzó este domingo las cifras de 4.229.624 casos confirmados de COVID-19 y de 146.909 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance, a las 20.00 hora local (00.00 GMT del lunes), incluye 55.187 contagios más que el sábado y 518 nuevas muertes, lo que supone en ambos casos una moderación con respecto a los últimos días.
El estado de Florida es el segundo con mayor contagio del coronavirus SARS-CoV-2 de EE.UU. después de California, tras superar el sábado los 414.000 casos desde el pasado marzo, rebasando así a Nueva York, que acumula más de 411.000 contagios según cifras de las autoridades estatales y federales.
Pese a ello, el estado de Nueva York sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos.
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La creciente preocupación en el seno del gobierno quedó patente con el giro radical en el discurso por parte del presidente Donald Trump, quien había mantenido hasta hace poco cierto escepticismo acerca de la gravedad y magnitud del problema de la pandemia en el país.
"Probablemente, desafortunadamente, (la pandemia) empeorará antes de que mejore. Es algo que no me gusta decir, pero así son las cosas", subrayó el martes el mandatario estadounidense en rueda de prensa.
El balance provisional de fallecidos -146.391- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
En un principio, Trump rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 220.000.