Un insólito caso está ocurriendo con un reo de Antofagasta, que fuera beneficiado con la "Ley de Indulto conmutativo" que promovió el gobierno hace algunas semanas para reducir la población penal.

Se trata de un sujeto que luego de pasar unas semanas en libertad, decidió solicitar su reingreso al recinto penal, dadas las paupérrimas condiciones de vida que tenía fuera del mismo.

El hambre y el frío superaron su miedo a contagiarse en el encierro, y como la ley se lo permite, solicitó oficialmente reingresar al penal. Esto, debido a la falta de trabajo o de una red de apoyo, y a los serios problemas de vivienda que estuvo experimentando.

Su caso corresponde a uno de los 21 presos que ha retornado a los recintos penitenciarios del país, tras la entrada en vigencia de la ley, aunque 16 de ellos lo hicieron a través de la comisión de nuevos delitos, y el resto de los casos corresponden a “revocación del indulto” y “reingreso voluntario”, modalidad en la que se enmarca el caso de Antofagasta.

La familia dentro de la cárcel

“Esas son situaciones que la comunidad no entiende, porque la opinión pública cree que la relación gendarme-reo se da en un contexto de violencia en el día a día. Pero eso no es así, muchas veces los funcionarios somo sicólogos, asistentes sociales, profesores”, explicó al respecto el presidente de la Asociación de Gendarmes de Chile, Pablo Jaque, a Radio Bío Bío.