Luego de 25 días navegando y vacacionando en alta mar a través del Océano Atlántico, una pareja de europeos residentes en Manchester decidieron atracar en una pequeña isla del Caribe. Sin embargo, no se imaginaban el escenario con el que se encontrarían cuando recuperaran la señal de sus teléfonos.

Elena Manighetti y Ryan Osborne compraron un barco tras dejar sus trabajos y se fueron a viajar alrededor del mundo. Si bien mantenían contacto con sus familiares, tenían una regla inquebrantable de que no les comunicaran malas noticias, según informa la cadena BBC.

Así, ninguno de los dos supo nada de la masiva propagación del coronavirus a través del mundo, ni de las múltiples consecuencias que esto ha significado para las distintas naciones.

Al llegar a la costa no les permitieron el ingreso al territorio insular francés, por lo que tuvieron que desviar su viaje hasta Granada. En aquel lugar, y cuando pudieron entrar en un área que recibía señal 4G, se dieron cuenta de la real magnitud de la pandemia de COVID-19.

Por ahora, la mujer aseguró al medio que se encuentran en San Vicente, y que no quieren salir de ahí por ahora, "ya que no hay ningún lugar abierto. Estamos acá por el momento con el objetivo de salir antes de que comience la temporada de huracanes a principios de junio”.