Pese a que las autoridades norteamericanas encabezadas por Donald Trump habían anticipado hace unos días que esta y la próxima serían las semanas más devastadoras para la sociedad norteamericana en términos de víctimas fatales producto de la brutal penetración que ha tenido el coronavirus en este país, los números se alejan de lo que cualquier persona podría imaginar.

Y es que de acuerdo al reporte entregado por la universidad de John Hopkins, solo durante la jornada de ayer se registraron casi 2.000 fallecidos a causa del COVID-19.

La cifra específica habla de 1.939 y corresponde a la más alta en un día para un país en todo el mundo, desde el inicio de la pandemia, lo que pone a Estados Unidos a la cabeza del triste récord que eleva a 12.722 su número total de decesos.

Las estadísticas que sitúan a Estados Unidos en el grupo de las naciones más arrasadas por el virus, junto a Italia y España, lo consolidan como el país que tiene más del 25% de los casos declarados oficialmente en el mundo, esto es 396.223 en total, con un incremento de 29.609 este martes, de acuerdo a las cifras oficializadas de Johns Hopkins.

"Estados Unidos continúa haciendo más pruebas que cualquier otro país del mundo y creo que, probablemente, es por eso que tenemos más casos", dijo ayer Trump en conferencia de prensa, dando cuenta de que a la fecha se han realizado unos 1,8 millones de test en EE.UU.