¿Por qué el Ministerio de Educación censura a Víctor Jara?
Nuevamente, hace pocos días, la tumba de Víctor Jara fue profanada con rayados ofensivos contra la memoria del cantautor. ¿Por qué? Porque el artista no murió en septiembre de 1973 y –como El aparecido– se presenta cuando lo necesitan. Durante las manifestaciones que se desataron en octubre y que continúan por todo Chile, la presencia de Víctor Jara ha sido increíble: murales con su imagen en Valdivia o un afiche tipo cómic en el que Víctor le habla al perro Matapacos: “Nuestro pueblo nos llama. ¡Vamos a darle fuerza!”. En el Carnaval de la Challa, en el contexto de la Fiesta del Roto Constituyente, Víctor Jara es una marioneta gigante que recorre el barrio Yungay. Y en la explosión, El derecho de vivir en paz se convierte en un himno, que incluso se graba con una letra actualizada –autorizada por Joan Jara– que cantan las voces más destacadas de estos días. Entre ellas la de Roberto Márquez, de Illapu, que en cierto sentido enlaza a la Nueva Canción Chilena con el Canto Nuevo, la música del exilio y la de la posdictadura. El derecho de vivir en paz como un reclamo de hoy y de siempre. Víctor Jara aparece, crece en cada episodio de lucha popular y de manera espontánea. Así también crece el odio que le tiene la derecha.
El odio a Víctor Jara también ha tenido una expresión institucional. En efecto, cumpliendo los requisitos establecidos en las bases de una licitación, la editorial Cal y Canto ganó la competencia para hacer el texto de estudio para la nueva asignatura Educación Ciudadana. La empresa cumplió y entregó el libro, pero súbitamente el Ministerio de Educación procedió a censurar algunos contenidos, pedir la eliminación de páginas, y encarga un nuevo texto para que haya “más opciones”. Es decir, duplica el gasto fiscal para tener una alternativa que, por supuesto, en el reparto que haga el Mineduc reemplazará el que no le gusta al gobierno. Entre los contenidos censurados hay una página con una canción y la imagen de Víctor Jara. Con la indicación “eliminar” está la ilustración para el villancico Doña María le ruego, tema que compusiera Violeta Parra para Víctor Jara cuando este aún integraba el conjunto Cuncumén. En el dibujo Víctor le canta a una sagrada familia popular.
El libro también incluye una canción compuesta por el artista en 1968, año de movilizaciones estudiantiles en Europa y Latinoamérica: Movil Oil Special. La licitación del texto de estudio se hizo, por supuesto, antes del llamado estallido social de octubre del 2019. Cuando en las calles algunos versos de la canción se hacían dramáticamente actuales para los estudiantes: “Que viene el guanaco / y detrás los pacos / la bomba adelante / la paralizante / también la purgante, / y la hilarante. / ¡Ay qué son cargantes / estos vigilantes!”. En esos tiempos no se lanzaban los balines con que le han volado los ojos a tantos manifestantes. Después del estallido, para un gobierno que ha sido desafiado por los estudiantes resultó del todo inconveniente publicar una canción que se remata con: “…los jóvenes revolucionaurios / han dicho basta por fin. / ¡Basta!”.
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