Durante esta semana se han presentado dos querellas criminales por el caso de Fabiola Campillai, a quien Carabineros le lanzó una bomba lacrimógena directamente al rostro, provocándole la pérdida de visión total. Una de ellas fue interpuesta por su esposo Marco Antonio Cornejo González y su hermana Ana María Campillai Rojas en contra del director general de la institución policial, Mario Rozas.

Según los hechos que se describen, cuando Ana María vio que Fabiola fue impactada por una lacrimógena, rápidamente la fue a ayudar y, luego, corrió hasta donde se encontraban los Carabineros. “[Estaba] como a dos metros de distancia, con los brazos en alto, mostrándoles que no traía nada, los increpé y les dije: ¡Ayúdenme, ya que te mandaste el cagazo! Le disparaste a mi hermana. Mi hermana está sangrando. ¡Ayúdame, ayúdame por favor! Él me hace un gesto con un mano, con indiferencia, y con la otra lanza una bomba de humo hacia mis pies, riéndose burlonamente mientras yo corría desesperada”, relata.

Es por eso que, en esta querella, se indica que “los hechos constituyen delitos de apremios ilegítimos, con lesiones graves gravísimas”, cometidos por los uniformados.

Por otro lado, este miércoles se presentará otra acción judicial, en la misma línea de la anterior, por parte de la Agrupación de Familiares de los Detenidos Ejecutados y Desaparecidos del GAP. El abogado Miguel Yáñez explicó a El Desconcierto que esta querella es por delitos de lesa humanidad con lesiones graves gravísimas contemplados y sancionados en el Código Penal.

En el documento se precisa “que no hubo ningún tipo de provocación por parte de Fabiola quien, producto del impacto, sufrió una herida abierta entre el la frente y la nariz, con exposición del globo ocular izquierdo. Sin embargo, los funcionarios policiales que se encontraban cerca del sector, no ayudaron a Campillay, y se fueron del lugar. Un vecino la asistió y la llevó al Hospital Parroquial de San Bernardo, donde la atendieron de urgencia”.

Detallan que los niveles de agresividad ocasionaron un trauma de herida de fuego a nivel nasal, fractura nasal, lesiones oculares que derivaron en una ceguera total, pese a que la intervinieron en un centro especialista. A esto se suma la afectación a su sistema respiratorio pulmonar por la ingesta masiva de elemento masivo de gas pimienta. (Revisa aquí la querella completa: QUERELLA FCR)

Yáñez asegura que estos hechos demuestran que Fabiola sufrió una “verdadera muerte en vida” porque la acción policial la dejó inhabilitada por el resto de su vida de uno de sus sentidos. Por lo mismo, se solicita que el Ministerio Público cite a declarar al mayor de la 14° Comisaría de San Bernardo, Morgenstern Herrera, a los familiares y a los médicos encargados de hacer la constatación de lesiones de Fabiola, del hospital Parroquial de San Bernardo y Barros Luco.

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