Ayer lunes falleció Dilan Cruz, el joven colombiano que se transformó en el símbolo de las protestas en Colombia, después de que un policía le disparara en sábado pasado en el centro de Bogotá, cuando marchaba de manera pacífica.

La noticia fue confirmada por el hospital San Ignacio y causó conmoción a nivel nacional. El presidente de Colombia, Iván Duque, lamentó la muerte del estudiante y expreso sus condolencias a su mamá, su abuelo y sus dos hermanas.

El mismo mandatario señaló el pasado sábado en Twitter que ordenó "la investigación urgente de este caso para esclarecer rápidamente lo sucedido y determinar responsabilidades. Nuestra solidaridad con su familia”.

El caso de Dilan, y el de otras personas que han sido detenidas de manera arbitraria y heridas gravemente, encendió las alarmas en la oposición y colectivos de abogados, que advirtieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la grave situación que vive Colombia por estos días.

Hasta ahora la policía ha admitido que hay doce indagaciones y en Cali, ciudadanos reportan que Duván Villegas, otro estudiante que recibió un disparo durante el toque de queda en la ciudad colombiana, se encuentra sin movilidad en las piernas.