Tres funcionarias del Hospital de Calbuco, aún en periodo de lactancia materna, y un cuarto funcionario de 60 años con más de treinta años de trabajo en el lugar, se encuentran haciendo una huelga de hambre en contra de la medida ejecutada por el director del Servicio de Salud Del Reloncaví, Jorge Tagle Alegría y su equipo jurídico y de recursos humanos, quien estaría aplicando el articulo 151 del estatuto administrativo para desvincularles por hacer uso de licencias médicas.

Ante esta situación, el tecnólogo médico y dirigente de Fenats del Hospital de Calbuco, Octavio Vargas, dijo que "la situación es grave, dado que la propia autoridad formalmente expresó que no aplicaría la medida, se comprometió a retirar el acto administrativo de la Contraloría pues reconoció, en una reunión agendada y formal, que el Servicio de Salud del Reloncaví había tomada una decisión rápida, sin todos los antecedentes y que no se debería aplicar la medida expulsiva".

Vargas agregó que "en nuestro derecho de libre pensamiento, nos sentimos timados por un representante formal de este gobierno, que jugó con la fe pública, utilizando para ello canales e instancias formales".

Por su parte, el dirigente Claudio Kappes se refirió a que Tagle Alegría, además, haciendo un uso de desviación de poder, actuó dirigidamente contra los cuatro funcionarios de ese recinto, discriminando, pues "solo a ellos los examinó, los interrogó, les revisó en detalles sus datos sensibles y reservados de salud, sobre un universo muy superior de funcionarios con la misma causa, y que, con el acto discriminatorio confirmado, esta actuación se torna ilegal".

Otro dirigente del establecimiento, Manolo Díaz, explicó que "la situación que están viviendo los trabajadores del hospital de Calbuco es grave, por tal razón están movilizados esperando que el director del Servicio de Salud del Reloncaví, se de cuenta que acá hay mamás que se les vulneró el fueron maternal".

Finalmente, detallaron que las funcionarias que han tomado la medida extrema son Graciela Álvarez, Yesica Arjel y Karina Venegas. Además los dirigentes hicieron un llamado urgente al ministro de Salud, Jaime Mañalich, para que ordene a Tagle "deponer sus actos violentos contra trabajadores, deje trabajar tranquilo a los funcionarios, todos recuperados de sus patologías y trabajando desde hace mucho tiempo".