Para terminar pronto con el juicio en su contra, los dueños de Penta e implicados en el escándalo de fraude económico y financiamiento irregular de la política, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín aceptaron en julio de 2018 un procedimiento abreviado con libertad vigilada y el reconocimiento de la autoría en delitos tributarios.

Además de esto, "los Carlos" aceptaron el pago de una multa de poco más de $857 millones entre ambos como perjuicio fiscal. Igualmente, tendrán que asistir a un curso de ética empresarial en la Universidad Adolfo Ibáñez que tendrá un costo de 30 millones de pesos. 

Sumado a esto tendrán un seguimiento por parte del Centro de Reinserción Social (CRS) de la zona oriente que buscará detectar y corregir "distorsiones o cogniciones antisociales que justifiquen la comisión de delitos económicos".

El curso de ética comenzará el próximo 4 de abril y durará hasta diciembre. Uno de los informes del CRS indica que la extensión de las clases habría producido la molestia de los empresarios, puesto que esto perjudicaría sus actividades personales y no podrían salir del país por más de una semana, según indica Radio Bío Bío.

Otro informe detalla sobre ciertas actividades de los millonarios, como el viaje de Délano junto a su familia a París para celebrar su cumpleaños. Además de un vuelo a Nueva York del mismo para "ver correr" al caballo de su "compañero de causa", Carlos Eugenio Lavín.

En estas sesiones ante el CRS, Délano además ha persistido en atribuir todas la culpas del caso al fallecido ex gerente, Hugo Bravo. A pesar de ya haber asumido su responsabilidad en los delitos frente a la justicia.

Sobre Lavín, en tanto, se indica que tiende a "externalizar consecuencias respecto de la aceptación de la responsabilidad frente al tribunal", tal como lo sería la perdida de "libertades" que implicaría el curso de ética.