Las clínicas Indisa (de Santiago) y Alemana de Osorno se convirtieron en los primeros establecimientos de salud en dar inicio al trámite para declararse como objetoras de conciencia, facultad que otorga la ley de aborto en tres causales.

Según publica La Tercera, fuentes del Ministerio de Salud aseguraron que ambos centros ya ingresaron la documentación requerida para poder entrar en dicha categoría, y de este modo, eximirse de realizar interrupciones de embarazo.

Luego de recibir la solicitud, el Minsal tendrá un plazo de cinco días para revisar los documentos y resolver el requerimiento, pero en caso de que no emita ninguna respuesta en dicho lapso de tiempo, “se entenderá que el establecimiento es objetor de conciencia para todos los efectos legales”.

El reglamento relativo a la objeción de conciencia ha estado en el centro de la polémica durante los últimos días, luego de que el gobierno de Piñera decidiera modificar el texto que dejó la administración de Michelle Bachelet que lo regula. Dicho documento permitía que los establecimientos privados pudieran declarase como objetores, a diferencia de los públicos, donde sólo el equipo médico puede hacerlo.

El único requisito era que dichos centros no podían establecer convenios por prestaciones gineco-obstétricas con el Estado y que implicaran traspasos de fondos públicos. Este tipo de acuerdos se firman para subvencionar los servicios para pacientes de Fonasa que son derivados al sistema privado.

Sin embargo, la modificación del viernes pasado eliminó el requisito y ahora los recintos no tienen que cumplir con ninguna condición. Este aspecto había sido cuestionado en febrero pasado por la Clínica Alemana de Osorno, que acudió a la justicia para oponerse a dichas condiciones debido a que mantiene un contrato con el Hospital Base San José de Osorno por el uso de ciertos pabellones de la clínica para prestaciones del hospital, entre las que se encuentran las ginecológicas y obstétricas.