Hablemos de autonomía: Lo que ocurre en Cataluña también pasa en La Araucanía
No podría ser mejor momento para hablar sobre lo que pasa en La Araucanía. Los diferentes medios de comunicación y la opinión pública se han concentrado en lo que pasa en la región, ya sea por los comuneros en huelga de hambre o por la denominada ‘’Operación Huracán’’ que hoy mantiene a varios dirigentes mapuche encarcelados por la tan criticada ‘’Ley Antiterrorista’’. Más recientemente, los diferentes medios de comunicación se han concentrado en mostrar imágenes que retratan la violenta represión que vive el pueblo catalán a manos de la policía central española. Esto ha generado en distintos sectores un tipo de sensibilidad sobre lo que ahí ocurre, tanto así que en matinales se opina sobre el tema, ya sea a favor o en contra, muchos se pregunta: ¿Por qué no dejan decidir a los catalanes? Por ello, estimado lector, si usted ve esto como una realidad lejana, permítame decirle que lo que ocurre en Cataluña también pasa a kilómetros de la capital, en donde diferentes pueblos reclaman por su legítimo derecho a la autodeterminación, pero para entender más el tema hagámonos la siguiente pregunta. ¿Qué pasa realmente en La Araucanía?
Al igual que en Cataluña, en La Araucanía lo que existe es un conflicto político entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche, pero ¿por qué es un conflicto político? Es sencillo, la demanda de diferentes organizaciones del mundo mapuche apunta hacía la autonomía de este, lo que significa que se busca tener poder de decisión sobre un territorio históricamente delimitado, en este sentido, cuando hablamos de autonomía hacemos referencia a un grado creciente de libertad, que busca cada vez mayor y mejor autodeterminación y autogobernanza de los habitantes del territorio para la definición y control de sus propios intereses y el logro del bienestar general. Pero no te asustes, estimado lector, la autonomía de un pueblo no significa la división del país, sino que un derecho que reconocen incluso organismos internacionales. Es más, diferentes países de la región y de otros continentes otorgan un grado de autonomía a los pueblos y naciones que habitan en un territorio, casos hay muchos. Nueva Zelanda, Canadá, Bolivia, Ecuador, entre otros, otorgan diferentes grados de autonomía a sus pueblos originarios. La pregunta entonces es: si tanto organismos internacionales como países otorgan autonomía, ¿por qué no seguir ese ejemplo en Chile?
Diferentes organismos, organizaciones y actores políticos han manifestado la necesidad de avanzar en niveles de autonomía para la Región de La Araucanía, aun así esta posición no es tomada en cuenta por el Estado de Chile. Ya sean gobiernos de la Nueva Mayoría o de Chile Vamos, las dos posiciones han respondido a las demandas del pueblo mapuche con un aumento sistemático de represión y con políticas sociales asistencialistas que en ningún caso ayudan a resolver el conflicto. Con esto queda evidenciado el hecho de que no existen posiciones antagónicas con respecto al conflicto, ya que los dos conglomerados han terminado entendiendo la temática como algo judicial o como un tema de política social. De esta forma, para los diferentes gobiernos, la problemática ha sido un tema que solo se han dedicado a administrar. Sumado a ello, existe una desigualdad territorial enorme en la región, parte importante del territorio se encuentra en mano de grandes latifundistas o en su defecto en manos de forestales que generan una serie de problemáticas ambientales y sociales, mientras que el territorio mapuche se reduce a pequeñas reducciones en las cuales habitan las comunidades que diariamente se ven afectadas por la actividad extractivista. La pregunta entonces es: ¿Cómo un pueblo puede ejercer su legítimo derecho de autonomía si ha sido despojado de su territorio? Por otra parte, diferentes personajes políticos han sacado provecho oportunistamente de la situación, tal es el caso de los sectores de derecha, quienes constantemente estigmatizan al pueblo mapuche tratándolos de ‘’terroristas’’ por su vaga comprensión del asunto. Con ello terminan generando en el sentido común de las personas diferentes reacciones hacía el pueblo mapuche, en donde muchas veces se avalan acciones que pasan por encima de los derechos humanos, como la aplicación de la ‘Ley Antiterrorista’ y la militarización de las comunidades.
En síntesis, lo que buscamos en esta columna es hacer un diagnóstico político de lo que pasa en la región, existen otras aristas que son igual de importantes para entender el conflicto que existe en La Araucanía. Ya sean cuestiones históricas, económicas o sociales, el tema es entender que una parte importante tiene que ver con cuestiones políticas, debemos estar conscientes de que la autonomía es un derecho inalienable de cualquier pueblo y no verlo como un tema tabú o como algo lejano que solo pasa en lugares como España donde el pueblo catalán ha salido de forma masiva a exigir este derecho, sino como algo que ocurre a pocos kilómetros de la capital y que ha terminado en fuertes grados de violencia por parte del Estado chileno hacía el pueblo mapuche, los cuales son iguales o peores a los que hoy observamos en Cataluña. Se trata entonces de entender qué es la autonomía y comprender en profundidad lo que pasa en el Wallmapu.