Desde hoy, se podrán adquirir cinco gramos de cannabis a un precio de 6,44 dólares, aproximadamente. Sin embargo, este mecanismo de distribución de la marihuana no significa una apertura ilimitada para el consumo libre.

De acuerdo con la ley, aprobada en diciembre de 2013, los llamados "adquirentes" deben ser mayores de 18 años, con ciudadanía legal o natural o residencia permanente de más de un año en el país, y estar inscritos en un registro nacional que maneja, bajo estricta reserva, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca).

La distribución de marihuana en farmacias se convierte en el tercer mecanismo legal del país, ya que funcionan en el país 63 clubes cannábicos y hay 6.948 autocultivadores autorizados, todos sometidos también a una serie de condiciones y normas que, de no ser respetadas, son penadas por la ley.

La venta en farmacias todavía es limitada y no abarca a todo el territorio de Uruguay pero las autoridades creen que, poco a poco, se irán sumando más comercios y registrando más consumidores, porque verán la posibilidad de adquirir el producto por la vía legal sin necesidad de exponerse a los riesgos del comercio ilegal.

Dos empresas fueron autorizadas a producir en un predio estatal, pero el Gobierno controla el proceso para garantizar un producto de buena calidad que se irá adaptando al mercado, ya que faltan algunas variedades que se irán agregando en el futuro.

El pequeño país sudamericano, cuya experiencia con la marihuana es mirada con interés desde otras latitudes, da la vuelta a una página de más de 90 años, ya que la prohibicion regía desde 1925.

Hasta ese entonces, se podían comprar en las farmacias uruguayas hierba, esencias y aceite de cannabis porque las distintas convenciones internacionales sobre drogas no incluían la marihuana como producto prohibido. Hoy, las 16 farmacias de la red amanecieron con largas filas de personas esperando concretar su compra de marihuana. 

Sin embargo, ya han aparecido algunas críticas de usuarios, quienes cuestionan que la marihuana que se vende en farmacias no supera el 2% de THC, por lo que sus efectos psicoactivos están en cuestión para los consumidores más exigentes.