Corporación Humanas y Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional ex Prisioneros Políticos, expresa su categórico rechazo a la campaña agresiva y desinformada impulsada por la organización InformAborto, que a través de imponentes carteles defiende la comparación entre violaciones a los derechos humanos durante la dictadura con la interrupción de un embarazo, al sostener en sus mensajes que “ABORTO es tortura, muerte y desaparición”.

No es tolerable que se haga uso de una fotografía de uno de los campos de concentración más emblemáticos de Chile, donde fueron torturadas miles de mujeres. Jugar con el dolor del pasado es un acto perverso.

La campaña de InformAborto, considera que en Chile se obligará a las mujeres a abortar, cuando la discusión está determinada en un Proyecto de Ley específico que busca despenalizar la interrupción del embarazo por tres causales excepcionales y que por cierto, las mujeres que expuestas a una de estas tres situaciones no quieran hacerlo no estarán obligadas, en tanto el proyecto de ley plantea que es con consentimiento de la mujer.

Si bien respetamos las distintas miradas frente a este tema, llamamos la atención sobre la incapacidad que la organización y su vocero Francisco Subercaseaux, sostienen con su campaña agresiva al usar la imagen del Estadio Nacional olvidando la impunidad que persiste en Chile por los crímenes y desapariciones durante la Dictadura cívico militar y el número de mujeres abusadas y violadas en distintos centro de detención del país e incluso obligadas a abortar por quienes hoy rasgan vestiduras frente a la despenalización de tres causales.

Como organizaciones que promueven los derechos humanos, exigimos un debate con altura de miras frente a una realidad que viven miles de mujeres en Chile. Son las mujeres, que en situaciones desesperadas, asisten a la realización de abortos clandestinos y a la tortura de llevar a término un embarazo inviable o producto de una violación.

Asimismo, sostenemos que el tema de los derechos humanos sigue siendo una deuda pendiente de nuestra democracia. La memoria de este país no puede ser frágil. Hacer una comparación de este tipo, es una desinformación que en nada contribuye al debate actual y sólo buscan la ilegalidad de nuestros derechos.

Finalmente, recordamos que en reiteradas oportunidades, los órganos del Estado de Chile han sido interpelados a reformar la legislación punitiva en materia de aborto, para introducir excepciones a la criminalización, garantizar la confidencialidad de la atención médica y así los derechos humanos de las mujeres, protegidos en los numerosos tratados internacionales ratificados por Chile.