Más de tres cuartos (75%) de los chilenos piensa que Chile debe experimentar cambios profundos y rápidos en varios de los ámbitos más sensibles de la vida nacional, como lo son Salud, Educación, las Pensiones, así como también la Constitución Política. Dichos datos los reveló el informe anual del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entregado ayer a la presidenta Michelle Bachelet por el representante en Chile del organismo, Antonio Molpeceres.

El documento titulado "Desarrollo Humano en Chile 2015: tiempos de la politización" plantea que el país está inmerso en un profundo debate acerca de lo que puede decidirse en sociedad; acerca de qué país queremos; qué cambiar, qué mantener, y sobre todo, acerca de quién y cómo se deben tomar las decisiones colectivas.

Según señaló Molpeceres, el documento del PNUD pretende ser una contribución a esos debates. "Es una invitación a una conversación colectiva. Discernir qué caminos son los más deseables y los más viables para construir el desarrollo humano que se requiere, de una deliberación social amplia a la cual esperamos se sumen la mayor cantidad de ciudadanos”, añadió.

Así, por ejemplo, si en 2003 dos tercios de las personas consideraban que “las soluciones necesitan tiempo”, diez años después dos tercios opinan que “se debe actuar rápido porque los cambios no pueden esperar”.

En la presentación ante la mandataria, Rodrigo Márquez, Coordinador del Informe de Desarrollo Humano del PNUD aseguró que "hay un malestar persistente en el tiempo, pero que ha ido cambiando desde uno más bien pasivo a otro activo, y respecto del cual ya no es posible quedar indiferente", consigna 24 Horas. 

Otro de los datos que entregó el estudio da cuenta de una creciente participación de los chilenos en la sociedad y la política. Un 92% de dijo simpatizar con alguna causa pública, el 57% afirmó estar interesado en la actualidad, el 51% indicó haber participado en alguna organización social y el 28% aseguró haber salido a marchar en alguna de las múltiples manifestaciones sociales que se desarrollan en el país.

El cambio de mentalidad que ha vivido el país en la última década se hace aún más evidente al reflejar la distancia que la ciudadanía siente respecto de la elites, ya que la gran mayoría piensa que los cambios que están actualmente en marcha serán más bien menores, que implicarán más costos que beneficios, que el impacto real se notará en plazos de tiempo muy largos y que estarás limitados a lo que las elites permitan.

Un dato que refleja dicha situación es que mientras que un 47% de la gente espera cambios radicales, sólo un 20% de las elites piensan de la misma forma.

Además, el 66% de las personas cree que Chile necesita cambios a la Constitución Política y sólo un 38% de las esferas de poder piensa lo mismo.

Según informa EFE, tras recibir el documento, la mandataria destacó el estudio como "particularmente oportuno", pues da pistas importantes del momento de inflexión que vive Chile, "donde esa distancia entre ciudadanía y orden institucional se ha vuelto muy amplia".

Bachelet reconoció tras escuchar las conclusiones del informe la existencia de "una necesidad sentida de cambio a la que parece no bastarle que hoy llevemos adelante un programa de reformas profundas, sino que requiere que lo hagamos también abriendo las puertas de la participación en las determinaciones y definiciones que vamos tomando como país", agregó.

En ese sentido, la mandataria destacó parte de las reformas que su administración ha impulsado, como la reforma tributaria y el cambio al sistema electoral, y señaló que "junto con otras reformas, nos permitirá tener una democracia más representativa, legítima e inclusiva a los ojos de los ciudadanos".

Márquez agregó sobre las conclusiones del informe que "la gente seguirá demandando cambios profundos y a pesar de sus propias dudas y limitaciones se mantendrá involucrada de diversas maneras presionando a las élites a ejercer su poder y su conducción de manera distinta a como lo han venido haciendo hasta hora", concluyó.