
Vehículos con paneles solares integrados: Proyecto europeo busca aumentar la autonomía energética en el transporte
Por más de nueve meses, una flota de vehículos eléctricos equipados con sensores solares recorrió más de un millón de kilómetros en carreteras de Países Bajos y Alemania. Los datos indican cómo rinden los paneles ubicados en el techo y en los laterales, validando modelos predictivos que solo se habían probado en experimentos de laboratorio.
El descubrimiento más relevante es que los paneles en la parte superior reciben cerca de un 50% más de radiación que los integrados en los costados. Tal contraste otorga información crucial para el diseño de futuros autos, buses y camiones que integren tecnología solar.
Los resultados también sugieren factores que perjudican la eficiencia, como las sombras proyectadas en entornos urbanos o el comportamiento de los conductores. Estas variables inciden en la producción energética y serán consideradas en nuevos modelos de simulación.
Aporte energético
En ciudades con gran cantidad de construcciones, la sombra de árboles, edificios u otros vehículos puede menguar la captura de energía solar. Esto implica el diseño de sistemas más inteligentes, capaces de gestionar variaciones en tiempo real y optimizar la conexión con baterías y otros componentes eléctricos.
Los ensayos en Europa fueron realizados en vehículos como furgonetas de reparto hasta autobuses urbanos y camiones de carga. De esta forma, se comprobó que, aunque los niveles de generación varían, el aporte energético es real y complementa el consumo.
Además, el proyecto demostró la importancia de validar las simulaciones con datos empíricos. Los registros mostraron una coincidencia entre lo esperado y lo medido, confirmando la robustez de los modelos y su utilidad para planificar futuros desarrollos.
Viabilidad técnica
Al generar parte de su propia electricidad, los automóviles con paneles solares integrados reducen la necesidad de conectarse con frecuencia a la red, lo que disminuye la presión sobre la infraestructura de carga.
En el sur de Europa, un auto de estas características podría ahorrar hasta un 50% de energía en un año. En regiones centrales del continente, donde la radiación solar es menor, el porcentaje baja alrededor del 35%, aunque sigue representando un aporte.
Este nivel de autonomía energética es especialmente valioso en zonas con escasa infraestructura de recarga. También puede favorecer la logística urbana, donde flotas de reparto o transporte público podrían reducir costos y emisiones gracias a la generación solar integrada.
La viabilidad técnica del sistema se refuerza con su capacidad de adaptación. Los paneles solares pueden integrarse en techos, laterales y superficies planas de vehículos de diferentes tamaños, lo que amplía las posibilidades de aplicación en múltiples sectores de la movilidad.
Nuevas normativas
El proyecto proseguirá hasta 2026, llevando sus pruebas a otras latitudes para obtener datos estacionales más precisos, especialmente en verano, cuando la radiación alcanza sus máximos niveles.
El informe final incluirá recomendaciones técnicas y regulatorias para impulsar la adopción de esta tecnología. La Unión Europea podría utilizar estos resultados como base para nuevas normativas que fomenten la recarga solar y la movilidad con menor huella ambiental.