
El complejo presente de Desbordes entre "sicarios de la educación pública" y Meiggs colapsado: "Es muy temprano" para evaluarlo
Las últimas semanas han sido particularmente desafiantes para el alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), quien no sólo se ha visto enfrentando al histórico conflicto existente en el ámbito de la educación municipal de su comuna, sino además a una problemática tan creciente como compleja derivada de la inseguridad en barrio Meiggs, donde existe un foco de incivilidades en medio de la expansión del fenómeno de los toldos azules, que en campaña se comprometió a erradicar rápidamente.
Lo que no ha logrado hacer en un ambiente de condiciones que apuntan a un incremento de estos ante una tensión al alza en un contexto en el que incluso la opinión pública se enteró del crimen de José Felipe Reyes Ossa, el apodado "Rey de Meiggs", en junio último.
Claudio Fuentes, director Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales (UDP), nos comenta cómo ve la situación del jefe comunal, considerando los focos de preocupación existente en el territorio que administra desde el año pasado.
"Mario Desbordes, inició su gestión el 6 de diciembre de 2024, por lo tanto, lleva solo seis meses de gestión. Efectivamente, su promesa respecto de las zonas críticas como Meiggs (...) claramente debió enfrentar esto con un plan", comenta en el inicio de su diálogo con El Desconcierto.
Adicionalmente, apunta justamente a la estrategia transparentada por el exministro de Sebastián Piñera. "Él planteó que tenía un plan a 18 meses, por lo tanto, está recién iniciando el proceso de reducir el foco de delincuencia y de comercio ilegal en barrio Meiggs. Para ser rigurosos con el diagnóstico, en su gestión primero duplicó la fuerza de seguridad municipal de 300 a un poco más de 600 personas que contrató, y adicionalmente ahora está implementando recién este plan de acción", dice aterrizando el contexto en el que está trabajando el alcalde de Chile Vamos.
No obstante, sí visualiza un flanco abierto que él mismo generó mientras hacía campaña por relevar a Irací Hassler (PC) en el sillón municipal. "Creo que el problema principal de Mario Desbordes fue el anuncio de que se iba a acabar de inmediato el problema de Meiggs, que lo iba a encarar de frente y rápidamente y eso no sucedió, tomó tiempo y claramente ahí había un problema de expectativas que eran muy altas y no las logró cumplir en pocos meses".
¿Su plan es sostenible en el tiempo?
"Sin embargo, yo creo que sí hay que reconocer que él tiene un plan diseñado y la pregunta va a ser si esto de ir sacando toldos azules por etapa, se va a poder sostener en el tiempo. Esa yo creo que es la gran interrogante en este minuto de ese plan", recalca Fuentes.
Cómo considera su administración de la comuna, es una pregunta que responde con mesura. "Dado que lleva sólo seis meses, creo que es muy temprano para evaluar su gestión. Hay que esperar por lo menos un año para ver tanto en materia de recursos, como en materia de focos de inseguridad en la comuna", cómo lo está haciendo, asegura.
Paralelamente, el experto ofrece otras variables de análisis para entender el terreno en que pisa Desbordes. "Hay que pensar que esta comuna es una de las más complejas del país, porque a los habitantes que viven en Santiago se suma todo lo que es la circulación móvil de población, que son diariamente cerca de tres millones" de personas, dice.
Por lo tanto, agrega, "es una comuna muy compleja y para evaluarlo, obviamente, hay que evaluarlo tomando en cuenta los niveles de delitos cometidos. Yo creo que esa es la medida más dura, más clara y concreta, la reducción del delito. Segundo, la posibilidad de establecer o eliminar el comercio informal y establecer barrios seguros, particularmente en la zona poniente de esa comuna".
Y finalmente, complementa,"todo lo que tiene que ver con limpieza".
No es correcto hablar de sicarios de la educación
Siguiendo con su desglose, el experto apunta también a "obviamente, el desafío con los liceos emblemáticos", esos "son los elementos centrales de esa comuna".
Requerido también respecto de la problemática de larga data en Santiago, que llevó a Desbordes a asegurar hace unos días, apuntando al desalojo de seis establecimientos educacionales que terminó en disturbios en el frontis de la Municipalidad de Santiago, que los involucrados en este despliegue son los "sicarios de la educación pública", Fuentes admite que, en su opinión, esta expresión no fue precisamente afortunada.
"Creo que para el tema de la educación secundaria no es correcto hablar de sicarios de la educación pública", asevera.
Porque, releva, "obviamente son colegios, liceos emblemáticos complejos. La situación es muy compleja porque involucra no solo estudiantes, sino que a la comunidad, a los profesores, tienen un historial muy complejo de violencia".
En consecuencia, complementa, "efectivamente, creo que tiene que haber otro tono para enfrentar este tipo de complejidades".
Podría consolidar un liderazgo emblemático
Qué piensa del liderazgo que está implementando Desbordes en Santiago, es otra consulta que le planteamos a Fuentes, quien insiste en que poco más de seis meses, no es un tiempo considerable para evaluar su manera de administrar la comuna.
"De nuevo, creo que todavía es muy temprano para poder evaluar la gestión y el estilo de Desbordes, recién él está tomando los primeros pasos y medidas concretas. Eligió el tema Meiggs, que es un tema que preocupa y que tiene un alcance nacional porque no solamente sucede en Santiago Centro, sino que en otras comunas del país (existe) la misma lógica de mercados informales, de economías ilegales operando", releva.
Por lo tanto, sostiene a renglón seguido, "creo que él tiene un potencial de, si le resulta el proceso de gestionar bien, eliminar el comercio informal y dar seguridad a ese barrio, podría convertirse en un caso emblemático".
Apuntando a una mirada más global, Fuentes comenta que "la apuesta que varias autoridades están haciendo en el mundo y en Chile, es identificar focos estratégicos, resolver el conflicto y que eso sea como un 'efecto testigo', así se llama".
"Es decir, simbólico y que eso después se aplique en otras zonas, por ejemplo, en Santiago en la zona de Franklin, que también se ha convertido en una zona tomada por bandas de crimen organizado", dice.
Y en consecuencia, resume, "falta todavía tiempo, es muy temprano para evaluarlo, sólo lleva seis meses y, por lo tanto, me reservo todavía una evaluación de su estilo de gestión".
"Pero si logra contener estos focos de conflicto, eventualmente podría convertirse en un emblema para el modo de resolver conflictos, de intervenciones integrales, acuerdos con los comerciantes y ese tipo de estrategias que podrían ayudarle a consolidar un plan para abordar todo lo que tiene que ver con las economías ilegales", concluye.