
4 millones de personas podrían morir por VIH para 2030 tras recortes de Trump a ayuda internacional: Países africanos los más afectados
La ONU advirtió este jueves que los recortes de fondos de Estados Unidos para la prevención y el tratamiento internacional del SIDA, podrían producirse seis millones de infecciones nuevas por VIH y cuatro millones de muertes adicionales relacionadas con la enfermedad para 2030.
Un informe publicado en Johannesburgo, el Programa Conjunto de las naciones Unidas sobre el VIH/Sida, el ONUSIDA, afirma que sus proyecciones apuntan a un escenario de una “interrupción permanente” del Plan de Emergencia de Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), que contemplaba unos 4.300 millones dólares de "apoyo bilateral" para este año.
Estos recortes económicas ya están afectando gravemente las cadenas de suministros, los centros de salud y las clínicas en varios países africanos. Entre ellos, más de 30.000 profesionales sanitarios se vieron afectados en Mozambique, mientras que en Nigeria, el inicio de la profilaxis preexposición (PrEP, tratamiento contra el VIH) se ha desplomado de 40.000 a 6.000 personas al mes.
Los efectos perjudiciales de los recortes económicas en la repuesta al VIH
Por el momento, no existe ninguna vacunación para prevenir o tratar la infección por el VIH. Sin embargo, se dispone de tratamiento antirretroviral (TAR) para controlar el virus y evitar que se convierta en sida, un síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
La ola de recortes de fondos de EE.UU. arriesga revertir los progresos que han realizado muchos países africanos en la respuesta al VIH. Según el informe publicado en Johannesburgo, los recortes han dejado miles de clínicas sin personal, han retrasado programas de prevención, han interrumpido la detección temprana del VIH y han obligado a múltiples organizaciones comunitarias a reducir o cesar sus actividades.
La situación alarmante de los países africanos
Cabe recordar que más del 60% de las personas con VIH viven en el África subsahariana, donde la provisión de terapia antirretroviral, entre otros avances, ha conducido a un repunte de la esperanza de visa, que pasó de 56,5 años en 2010 a 62,3 años en 2024.
El ONUSIDA alertó contra las posibles consecuencias de los recortes económicas en este progreso médico. “Si (…) los recortes y congelamientos actuales continúan, décadas de avances en la respuesta al VIH podrían revertirse y el objetivo de acabar con el sida como amenaza para la salud pública (para 20230) estaría en peligro,” comentó.