"Te lo planteé muchas veces": El quiebre definitivo entre Rosario Bravo y Daniel Fuenzalida por registro de podcast

Lo que comenzó como un proyecto espontáneo y exitoso entre amigos, terminó en distanciamiento, desencuentros luego del quiebre laboral entre Daniel Fuenzaliza y Rosario Bravo, creadores del podcast "¿Cómo Están Los Weones?".

Y es que en solo pocos meses el proyecto logró lo que muchos contenidos digitales no alcanzan en años: una comunidad fiel, ingresos estables, reconocimiento en la industria e incluso un Copihue de Oro.

Todo comenzó cuando a comienzos de año, Bravo descubrió que Fuenzalida había inscrito a su nombre la marca del podcast, sin haberle informado previamente.

Esto causó la molestia de la conductora quien alegó haber sido excluida de manera unilateral del espacio construido entre ambos.

La justificación que Fuenzalida entregó fue que el registro lo hizo para "proteger" el producto. Sin embargo, el argumento no fue suficiente para Bravo quien terminó encarándolo por lo sucedido.

“Te lo planteé muchas veces. Finalmente lo que recibí fue solo una propuesta que solo incluía cosas secundarias, tazones, poleras; pero no en el corazón del proyecto, el nombre, las ganancias ni las decisiones compartidas”, explicó Bravo a través de un correo electrónico.

En consecuencia, la relación laboral y de amistad entre ambos habría llegado a su fin. "Para ti fue un trámite, para mí un golpe muy doloroso", sostuvo.

“Ella no quiere terminar el ciclo de buena manera. Se niega a volver. Al menos por ahora”, aseguraron en el programa de farándula Que Te Lo Digo.

Sin embargo, "después de casi 90 capítulos se cierra la temporada. El cariño existe y el tiempo cura todo", aseguró posteriormente Bravo para Alfombra Roja, confirmando el fin de la relación laboral.

¿Qué es lo que pedía Rosario Bravo?

Durante seis meses, Rosario pidió una solución concreta: equidad en decisiones, participación en las ganancias y transparencia en la gestión.

Pero, según su versión, nunca recibió una respuesta satisfactoria. El quiebre fue inevitable. Hoy, la enfermera y figura digital se ha distanciado totalmente del animador y, de acuerdo con fuentes del mismo programa de espectáculos, ni siquiera estaría dispuesta a tener una conversación final para cerrar el ciclo.

Incluso habría decidido renunciar a otras plataformas que Fuenzalida le había abierto, como su espacio en El Medio Día de TVN y su colaboración en radio.