
Reclamos por fraudes financieros aumentaron un 109%: Cuáles son los delitos más comunes y a qué grupos afectan
El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) constató un preocupante aumentó en 2024 de un 109% de reclamos por delitos de fraudes financieros, cuyas víctimas en su mayoría cuentan con menos poder adquisitivo.
En concreto, el año pasado el organismo fiscalizador recibió un total de 19.834 reclamos, en contraste con los 9.494 recepcionados en 2023.
¿Quiénes son los más afectados?
Consumidores de hasta 30 años y de más 60 años -con menos poder adquisitivo- son los más afectados por los delitos de fraudes financieros al concentrar el 40% de los reclamos ante el Sernac, de 2024 y 2023.
Al hacer un análisis por género, las mujeres (55%) fueron quienes más reclamos presentaron ante el organismo. De hecho, presentan mayor incidencia en todos los delitos de fraudes financieros.
¿Cuáles son los delitos más comunes?
El phishing es una de las categorías de fraude más recurrentes. Consiste en engañar a una persona para obtener sus datos financieros y cometer la defraudación.
Para el delito, los antisociales recurren: a llamadas telefónicas, simulando ser ejecutivos bancarios; mensajes y/o corros electrónicos maliciosos que contienen links que, al ser seleccionados, instalan softwares o redirigen a sitios falsos para conseguir los datos de la víctima; y mediante compras o ventas fraudulentas hechas por Internet.
De acuerdo a datos del Sernac, dos tercios de las víctimas de phishing fueron mujeres.
Otro de los delitos más cometidos es la suplantación de identidad. Este es un tipo de fraude en donde el antisocial se hace pasar por la víctima tras conseguir datos de su información personal.
Estos antecedentes los obtienes a través del robo de celulares, carnet de identidad, tarjetas bancarias, acceso a billeteras digitales, clonación de tarjetas, aperturas de cuentas a nombre de la víctima, intercambio de la SIM y la portabilidad numérica fraudulenta.
Según el Sernac, los jóvenes suelen ser más propensos a ser víctimas de suplantación de identidad mediante mal uso de las billeteras digitales y compras fraudulentas.
Por otro lado, las personas mayores son afectados por la portabilidad numérica para interceptar códigos de verificación.