El fallecimiento de Horst Paulmann Kemna a los 89 años marca el fin de una era para el retail latinoamericano. El fundador del imperio Cencosud, valorado en su apogeo en más de US$10.500 millones, revolucionó los hábitos de consumo en la región mientras protagonizaba sonadas controversias con gobiernos, trabajadores y proveedores.

Nacido en Alemania en 1935, Paulmann llegó a Chile en 1950 como refugiado tras la Segunda Guerra Mundial. Su familia se estableció en Temuco, donde convirtieron un restaurante en el supermercado Las Brisas, semilla de lo que décadas después se transformaría en uno de los mayores conglomerados comerciales de América Latina.

La revolución del consumo y expansión continental

A partir de entonces, su visión empresarial quedó plasmada en la apertura del primer hipermercado Jumbo en Avenida Kennedy (1976), revolucionando el concepto de supermercado al combinar alimentos y electrodomésticos bajo un mismo techo, con espacios tres veces mayores a los conocidos hasta ese momento.

A pesar de estas controversias, su visión expansionista transformó a Cencosud en un gigante regional con operaciones en Argentina (1982), Brasil, Perú y Colombia. Esta estrategia internacional le permitió crecer cuando el mercado chileno comenzó a mostrar limitaciones por su tamaño.

Conflictos con el poder político y trabajadores

Sin embargo, su expansión no estuvo exenta de polémicas. Una de las más recordadas fue la paralización del proyecto Costanera Center en 2009, durante el gobierno de Michelle Bachelet. Aunque Paulmann argumentó problemas financieros por la crisis global, documentos de la época revelan una estrategia de presión para que el Estado financiara obras viales valoradas en US$6 millones, apenas el 1% del costo total del proyecto.

Por otra parte, sus relaciones con los trabajadores fueron frecuentemente tensas. En 2012, la primera huelga de empleados de Jumbo evidenció las condiciones laborales que sostenían el éxito del retail: los trabajadores demandaban cuestiones básicas como turnos fijos para madres con hijos pequeños y un salario mínimo digno.

¿Cuáles fueron las prácticas empresariales más cuestionadas de Paulmann?

Paulmann defendía públicamente estas prácticas: "No podemos mantener normas laborales hechas a la medida del obrero hombre. La mayoría de los pobres trabaja por su cuenta", declaraba en un libro conmemorativo del Bicentenario, justificando la subcontratación como una "manera de ganar en eficiencia".

De igual forma, su modelo de negocio incluía prácticas controvertidas con proveedores, como plazos de pago extendidos hasta 150 días. En 2013, calificó como "un sueño" la propuesta del entonces ministro Pablo Longueira de reducir estos plazos a 30 días, reflejando su resistencia a modificar prácticas que beneficiaban a su conglomerado.

Legado ambivalente

Finalmente, el legado de Paulmann resulta ambivalente: un empresario innovador que modernizó el consumo en Latinoamérica, pero cuyo modelo de negocios se sustentó en prácticas laborales y comerciales frecuentemente cuestionadas. Como muestra de esta dualidad, recibió la nacionalidad chilena por gracia en 2005 por su "contribución al desarrollo económico", mientras continuaba protagonizando disputas con diferentes administraciones.

Su fallecimiento cierra el capítulo de uno de los empresarios más influyentes en la historia económica reciente de Chile, dejando un imperio retail que deberá adaptarse a nuevos tiempos bajo el liderazgo de sus hijos Manfred, Peter y Heike Paulmann.