La población penal femenina en Chile alcanzó las 5.048 mujeres, lo que representa un aumento del 37,4% en los últimos dos años, según revela un informe presentado por la Red de Acción Carcelaria en el marco del Día Internacional de la Mujer. El estudio advierte que ni la infraestructura ni los programas han incrementado su capacidad para responder a este crecimiento.

Antonella Oberti, directora de incidencia de la organización, señala que la situación de estas mujeres continúa siendo invisibilizada. "El sistema penitenciario no está diseñado para atender necesidades propias del género como la maternidad o la salud menstrual", afirma.

Además, advierte que "el sistema completo está cojo porque no considera la realidad de las mujeres, sus trayectorias de vida, su rol de cuidadoras, las experiencias de victimización, ni los problemas de salud mental".

Maternidad tras las rejas: El 85% son madres con escaso apoyo

Uno de los datos más impactantes del informe revela que el 85,4% de las mujeres encarceladas son madres. A pesar de que la legislación permite que aquellas con hijos menores de dos años convivan con ellos en unidades materno-infantiles, la infraestructura es insuficiente.

En abril de 2024, había 70 mujeres embarazadas y 136 con hijos e hijas lactantes en las 31 unidades materno-infantiles del país, según datos del INDH. Sin embargo, el acceso a la salud es precario, llegando a registrarse casos donde mujeres han dado a luz en las mismas celdas sin asistencia médica.

Población migrante: El 24% son extranjeras sin redes de apoyo

El 24% de la población penal femenina está compuesta por mujeres migrantes, principalmente de Bolivia (46%), Venezuela y Colombia. Esta situación es particularmente crítica debido a las barreras idiomáticas y la ausencia de redes de apoyo que les permitan acceder a artículos básicos como aseo, medicamentos y abrigo.

Desigualdad judicial: Más prisión preventiva que los hombres

Un aspecto preocupante es la disparidad en el uso de la prisión preventiva. Mientras el 49% de las mujeres privadas de libertad está en esta condición, solo el 36% de los hombres se encuentra en similar situación. Esta diferencia resulta especialmente problemática considerando que la mayoría de ellas comete delitos no violentos y son jefas de hogar.

En cuanto a los delitos, el 47,4% está condenada por infracción a la Ley de Drogas, mientras que un 40,9% cumple condenas por delitos contra la propiedad, incluyendo robos y hurtos, según datos de Gendarmería citados en el informe.

"Esto es un problema de justicia social, humanitario y también forma parte de la crisis de seguridad. Si el sistema penitenciario no habilita a las mujeres para reinsertarse como ciudadanas al salir, ¿qué harán? ¿Qué alternativas tienen cuando vuelvan al cuidado de sus hijos e hijas?", cuestiona Oberti.