Un trabajador del Metro de Santiago fue despedido en 2023 y decidió demandar a la empresa porque consideró que su despido no tenía una justificación válida.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, Metro argumentó que la decisión se debía a problemas económicos causados por el estallido social de 2019 y la pandemia, pero la justicia no le dio la razón.

El caso llegó al Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, que determinó que el despido no estaba bien fundamentado y ordenó a la empresa pagarle al trabajador un 30% extra sobre su indemnización por años de servicio.

Metro no estuvo de acuerdo y presentó un recurso ante la Corte de Apelaciones de Santiago para tratar de anular el fallo.

En su defensa, la empresa afirmó que la crisis financiera estaba documentada en informes y boletines económicos, y que el juez no había considerado esas pruebas.

Sin embargo, la Corte rechazó la apelación y confirmó que el despido fue improcedente.

Según el tribunal, aunque es cierto que Metro tuvo problemas económicos en 2019 y 2020, eso no justificaba despedir a alguien en 2023 sin una explicación clara.

Además, la empresa no presentó pruebas suficientes para demostrar que la crisis afectó directamente al área donde trabajaba el demandante.

También se criticó que la carta de despido fuera demasiado vaga y no explicara cómo la reestructuración de la empresa justificaba la desvinculación.

Con esta decisión, el fallo queda firme y Metro deberá pagar lo que se ordenó en primera instancia.