Tras 51 años GAP de Allende será compensado con $80 millones: Fue torturado, encarcelado por 2 años y expulsado de Chile
El 17 de septiembre de 1973, seis días después del golpe de Estado, un joven de 23 años, exintegrante del Grupo de Amigos Personales (GAP) del ExPresidente Salvador Allende, fue detenido en la vía pública en Santiago por funcionarios de Carabineros.
La cacería contra excolaboradores del gobierno derrocado se había intensificado y él estaba en la mira.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, tras su detención, lo llevaron a la Tercera Comisaría de Santiago, donde pasó las primeras horas incomunicado y sometido a golpes.
Desde ahí fue trasladado al Estadio Nacional, convertido en el mayor centro de detención y torturas del país en los días posteriores al golpe.
En el coliseo deportivo, junto a miles de prisioneros políticos, sufrió interrogatorios, agresiones físicas y psicológicas constantes.
Según su testimonio, fue golpeado y torturado fisica y psicológicamente de diversas maneras. Día y noche escuchaba los gritos de otros prisioneros siendo torturados y ejecutados, sin saber si él sería el siguiente.
Después de varias semanas en el Estadio Nacional, fue trasladado a Chacabuco, un campo de prisioneros en pleno desierto de Atacama.
Allí, el régimen lo sometió a trabajos forzados y a un régimen de vigilancia extrema. Luego, lo llevaron a Puchuncaví y más tarde a Tres Álamos, donde pasó los últimos meses de su reclusión.
El 8 de junio de 1975, sin previo aviso, fue llevado al Aeropuerto de Pudahuel y expulsado del país.
Sin posibilidad de despedirse de su familia ni de regresar, fue enviado al exilio en Finlandia, país que le otorgó refugio. Recién en 1990, con el fin de la dictadura, pudo volver a Chile.
El fallo que reconoce el daño y ordena reparación
Más de 51 años después de los hechos, la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago falló a favor del exGAP, ordenando al Estado pagarle una indemnización de $80.000.000 por el daño moral sufrido.
La decisión fue tomada por las ministras Marisol Rojas Moya, Érika Villegas Pavlich y la abogada integrante María Soledad Krause Muñoz.
En su fallo, la Corte determinó que la detención y torturas fueron responsabilidad del Estado y que la indemnización era necesaria para reparar, en parte, el daño causado.
“Habiéndose acreditado el daño padecido por el actor, que es consecuencia del actuar directo e inmediato de agentes del Estado, corresponde que este sea compensado de forma adecuada y efectiva”, señala la sentencia.
Además, el tribunal estableció que la expulsión del país, lejos de ser una medida legal, fue una acción deliberada del régimen para castigar a opositores políticos.
“Los daños sufridos no son cuantificables en términos monetarios, pero se debe compensar la lesión de bienes fundamentales como la vida, la integridad física y psíquica, la salud y el honor”, agrega el fallo.
La Corte también rechazó la argumentación del Fisco, que había alegado que la demanda estaba prescrita y que el afectado ya había recibido otros beneficios estatales.
La ministra Marisol Rojas Moya respondió a este punto, señalando que Chile ha reconocido su responsabilidad internacional en estos casos y que la prescripción no puede ser usada para eludir la reparación.
La historia del GAP: La defensa de Allende hasta el final
El Grupo de Amigos Personales (GAP) de Salvador Allende era una agrupación de seguridad conformada por militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y del Partido Socialista (PS).
Su misión original era resguardar al entonces candidato presidencial, pero tras el atentado y asesinato del general René Schneider en 1970, su rol se consolidó como un escudo de protección del mandatario.
Con la victoria de la Unidad Popular, el GAP se convirtió en la principal fuerza de seguridad del ExPresidente.
Sus integrantes recibieron entrenamiento en defensa y manejo de armas, preparándose para cualquier atentado contra Allende.
Muchos de ellos estaban dispuestos a dar la vida por el presidente, y casi 30 murieron el 11 de septiembre de 1973, defendiendo La Moneda.
Enerico García, exGAP, recordó en una entrevista: “Si no se hubiese tomado la decisión de constituir un grupo como el que se constituyó, lo más probable es que el atentado no habría sido contra Schneider, sino contra Salvador Allende”.
Tras el golpe, los integrantes del GAP fueron uno de los principales objetivos de la represión. La mayoría fue asesinada, desaparecida, encarcelada o forzada al exilio.
El exilio como política de represión y control
A partir del 11 de septiembre de 1973, la dictadura militar aplicó la Doctrina de Seguridad Nacional con total rigor.
Chilenos y chilenas fueron catalogados como enemigos internos, perseguidos por su militancia política, ideas o simplemente por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
El exilio se convirtió en una herramienta clave de la represión. Según cifras de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, más de 200 mil chilenos fueron expulsados o forzados a huir del país.
La dictadura utilizó el desarraigo como un método de castigo, eliminando la presencia de opositores y desarticulando sus redes políticas.
Fuera de Chile, con la condena internacional a la dictadura y la solidaridad de fondo, los exiliados comenzaron a organizarse.
Algunos denunciaban los crímenes del régimen, otros buscaban formas de resistencia y muchos intentaban sanar las heridas de la represión. Sin embargo, la mayoría no pudo regresar hasta los últimos años de la dictadura, y algunos nunca volvieron.
