El megaincendio que afectó a Viña del Mar y la región de Valparaíso en febrero de 2024 se consolidó como el más devastador en la historia de Chile.

Iniciado el 2 de febrero en el Parque Nacional Lago Peñuelas, el fuego se expandió a comunidades urbanas como Quilpué y Villa Alemana debido a vientos extremos y altas temperaturas.

La tragedia resultó en 136 víctimas fatales, más de 16.000 damnificados y la destrucción de 8.000 viviendas.

Además, zonas ecológicas críticas como el Jardín Botánico y la Reserva Nacional Lago Peñuelas fueron consumidas en su totalidad.

En este contexto, la Contraloría General de la República (CGR) publicó un informe destacando graves deficiencias en la gestión de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), responsable de la prevención y manejo del fuego.

Fallas en los sistemas de comunicación y modelamiento

Según el informe, los sistemas de comunicación de Conaf —telefonía, radiocomunicaciones VHF y satelitales— presentaron intermitencias críticas durante la emergencia, lo que obstaculizó la coordinación con Senapred.

“Se constató que no se realizaron pruebas previas para evaluar la efectividad de estos sistemas, ni se adoptaron medidas preventivas que garantizaran su funcionamiento ante desastres”, subraya el documento.

Adicionalmente, Conaf no implementó modelamientos específicos ni proyecciones del avance del incendio, omisión que impidió proporcionar información clave sobre amenazas y medidas de mitigación.

Solo se registró un modelamiento parcial el 2 de febrero de 2024, el cual, aunque incluyó análisis meteorológicos y mapas de calor, fue insuficiente para anticipar el comportamiento del fuego.

Deficiencias en contrataciones y recursos

El informe también revela una falta de planificación en la contratación de aeronaves y maquinaria pesada, esenciales para combatir el fuego.

Aunque se logró contratar 73 aeronaves, no se documentó un plan operativo claro para su uso coordinado.

Esto impactó negativamente en la distribución de recursos aéreos en regiones críticas como Valparaíso y O’Higgins.

También se detectaron irregularidades en el control de horas extraordinarias, con pagos realizados sin respaldo documental suficiente.

“La ausencia de un sistema robusto para supervisar y autorizar las horas extras pone en entredicho la transparencia y eficiencia del programa de manejo del fuego”, indica el informe.

Recomendaciones y acción futura

El Informe insta a Conaf implementar un plan de contingencia para evitar interrupciones en las comunicaciones y adoptar medidas administrativas que mejoren la gestión de recursos y la planificación de actividades preventivas.

Asimismo, se solicita revisar la Estrategia para el Fortalecimiento de la Gestión de Incendios Forestales 2023-2024 y coordinar mejor con Senapred.

La Contraloría también recomendó iniciar un procedimiento investigativo para determinar responsabilidades del personal involucrado.

Copias del informe fueron enviadas al Ministerio Público para que se investiguen posibles delitos asociados a negligencias graves.

Comparación entre incendios de 2024 y 2025

A pesar de las graves fallas detectadas en 2024, el país enfrentó un aumento en el número de incendios forestales durante la temporada 2024-2025.

Entre el 1 de julio de 2024 y el 14 de enero de 2025 se registraron 2.711 incendios, superando los 2.263 del mismo periodo anterior.

Sin embargo, la superficie afectada disminuyó de 18.101 a 16.767 hectáreas.

Expertos han señalado que las similitudes climáticas entre Chile y California —donde se reportaron niveles de destrucción comparables— destacan la necesidad de fortalecer la gestión preventiva.

Aída Baldini, directora ejecutiva de Conaf, afirmó: “Si nos demoramos en actuar, las hectáreas afectadas se multiplican exponencialmente”.