De champú vencido a detergente para ropa: Tecnología innovadora e inteligencia circular con foco en la sostenibilidad
Empresas e industrias deben hacerse cargo de un desafío permanente: gestionar inventarios que han quedado obsoletos para ser responsables con el medio ambiente. Usualmente, estos productos son destruidos y enviados a rellenos sanitarios autorizados o a vertederos clandestinos, los que luego se suman a otros tipos de basura que terminan generando daños.
Sin embargo, gracias a la aplicación de un modelo de inteligencia circular y tecnología innovadora, Ambipar Environment convirtió esta situación problemática en una oportunidad.
Recientemente, un lote de 50 toneladas de champú cosmético caduco arribó al Centro de Clasificación y Pretratamiento de Residuos de dicha empresa para su destrucción certificada.
En vez de eliminarlo, se recurrió a modelos de inteligencia circular y tecnología de punta, demostrando que es posible cerrar ciclos productivos de manera sostenible, reduciendo el impacto ambiental y generando valor.
Colaboración y circularidad
“El primer paso fue separar el elemento de sus envases utilizando un equipo especializado de origen norteamericano, diseñado para separar productos en la industria alimentaria. Este proceso mecánico, eficiente en grandes volúmenes, permitió obtener por un lado envases plásticos reciclables y, por otro, el líquido del champú”, expresó Marcia Nova, gerente comercial.
Posteriormente, el desafío fue encontrar una nueva utilidad para el material recuperado. En alianza con Detergentes R y R, empresa dedicada a productos de limpieza, se ejecutaron pruebas para evaluar su potencial de transformación. Los resultados ratificaron que el producto podía reformularse como detergente para ropa, que luego sería comercializado.
“Para esta iniciativa ajustamos su fórmula, redujimos la concentración de materia activa de 12 a 6, manteniendo su efectividad en el lavado y mejorando su presentación. Hubo una muy buena recepción del cliente, logrando comercializar el 100% del material valorizado”, apuntó Rogelio Rojas, gerente general.
Esta visión innovadora certifica la gestión ambientalmente responsable del inventario obsoleto y promueve la economía circular al transformar un residuo en una materia prima útil para otra industria.
“Esta experiencia subraya la importancia de la innovación y la colaboración interempresarial para abordar los desafíos ambientales y avanzar hacia un futuro más sostenible”, finalizó Nova.