La Profesora Emérita de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Dra. Carolina Aguirre, está a cargo del proyecto “Revalorización de desechos agroindustriales de la Región del Ñuble con bajo impacto ambiental”, el cual espera acelerar el proceso de compostaje.

Una fracción de este proyecto se realizará con Repsyclick en la comuna de Pinto, región del Ñuble, empresa que hace compostaje de desechos de la industria alimentaria para finalmente producir humus trabajando con arándanos, frutillas y espárragos.

El propósito de la iniciativa es añadir componentes de innovación en los productos elaborados y en su desarrollo, que optimicen la calidad de sus bioproductos con bajo impacto al medio ambiente.

Compostaje optimizado

Apresurar el proceso de compostaje es un punto clave: su duración se extiende por cerca de cinco meses y, mediante vermicompostaje, técnica que ocupa lombrices de tierra con el fin de transformar el compost en un fertilizante natural de mayor calidad, tarda alrededor de dos meses.

“Este proceso es muy largo, queremos acelerarlo a través de procesos enzimáticos y microbiológicos. Además, se busca reducir el mal olor y que no tenga presencia de mosquitos”, sostiene la Dra. Aguirre.

Además, se busca evaluar la calidad del producto final del compost y del humus cuando se usan diversas clases de aceleradores de compostaje. “Queremos comparar lo que se vende en el mercado, que está más vinculado a los residuos domiciliarios. Esta empresa trabaja con volúmenes mucho más grandes y desde ahí la necesidad de buscar alternativas”, añadió.

El proyecto iniciará durante los primeros meses del 2025 y tendrá una extensión aproximada de un año. Por ahora, la empresa Repsyclick procesa 60 toneladas y están buscando incrementar su capacidad a 200 toneladas.

Enzimas esenciales

La Dra. Aguirre declaró que su área de interés son las enzimas, las que son proteínas que actúan como catalizadores biológicos, acelerando las reacciones químicas que suceden en las células de los seres vivos. “Quisimos buscar otras alternativas enzimáticas del mercado para acelerar los procesos. Al ser catalizadores biológicos no son peligrosos”, sostuvo.

La intención de la académica es recurrir a determinadas enzimas o microorganismos comerciales como hongos filamentosos, los cuales son responsables de descomponer toda la materia orgánica rápidamente.

“Espero que podamos acortar los tiempos de procesos y obtener un humus de muy buena calidad. Además, queremos hacer que los desechos orgánicos de las empresas puedan ser tratados y, de alguna manera, cumplan con el concepto de economía circular y que no sean llevados a vertederos, lo que genera un gran problema medioambiental”, finalizó.