Al revisar los contenedores con redes para limpiar, provenientes de una de sus jaulas salmoneras en Chiloé, trabajadores de la empresa Multi X encontraron tres lobos marinos muertos bajo las redes.

La empresa se autodenunció ante Sernapesca, desde donde se presentó una denuncia por el presunto delito de maltrato o crueldad animal. Este aplica para personas que causen lesiones que provoquen la muerte de un animal, y es penado con entre 61 días y 3 años de prisión, o con multas de hasta 2 millones de pesos.

El lobo común está protegido con una veda extractiva desde 2021, lo que prohíbe la tenencia, posesión, transporte, desembarque, elaboración o cualquier proceso de comercialización o almacenamiento, sea de ejemplares enteros o partes de estos.

Además se le ordenó a Sernapesca realizar necropsias de los tres lobos encontrados para establecer las causas de muerte y avanzar en la investigación.

Este hecho se da a un mes del escándalo generado por la seguidilla de ballenas que aparecieron muertas cerca de centros salmoneros, al menos dos de ellas dentro de áreas protegidas como Reservas o Parques Nacionales. Estos hechos también están siendo investigados a raíz de denuncias de Sernapesca.

En 2021 generó revuelo el testimonio de un ex trabajador de la empresa salmonera Nova Austral, que relataba la matanza de lobos marinos que vienen a comerse los salmones en las jaulas. Denuncias del estilo se han presentado en varias ocasiones en Chile y en otros países que se dedican a la actividad salmonera, como Noruega.

Desde la industria se identifica como una amenaza el lobo marino debido a que sus ataques generan muertes de salmones o mordeduras, y también generan estrés que puede aumentar el riesgo de enfermedades que luego se contagian entre los salmones que conviven en los mismos centros. Para eso, los centros salmoneros utilizan “redes loberas” que detienen el avance de los lobos marinos hacia los centros.