Una joven que trabajaba como guía en el Parque Safari de Rancagua, perdió la vida de manera trágica el 6 de agosto de 2021.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, ese día, fue asignada a realizar labores de limpieza en el sector de los felinos, una tarea que no formaba parte de sus funciones habituales.

Esta joven y sus compañeros de equipo no fueron informados de que en esa zona se encontraba suelto un tigre de bengala llamado "Niño".

Mientras realizaba su trabajo, el animal la atacó, provocándole heridas graves que terminaron con su vida.

La investigación reveló que no había protocolos claros de seguridad en el parque ni medidas de emergencia para prevenir un ataque de este tipo.

Además, no se les dio a los trabajadores la capacitación necesaria para realizar esa tarea en un entorno tan peligroso.

Tras analizar los hechos, el Juzgado de Garantía de Rancagua responsabilizó a dos personas por este lamentable accidente: Pablo Sánchez Reyes, gerente de operaciones del parque, e Iván Sánchez Lobos, dueño del lugar.

Ambos fueron condenados a 540 días de prisión, aunque cumplirán la pena bajo libertad vigilada. Esto significa que deberán presentarse regularmente ante Gendarmería, residir en un lugar determinado y mantener un empleo o actividad educativa durante el tiempo de la condena.

El tribunal concluyó que Pablo Sánchez Reyes no informó al equipo de limpieza sobre el peligro que representaba el tigre suelto, no estableció medidas de seguridad adecuadas y no tomó acciones rápidas tras el ataque.

Por otro lado, según el fallo judicial, Iván Sánchez Lobos, quien tenía el rol de actuar en emergencias con animales, no utilizó los medios necesarios para intentar salvar a la joven.

En el mismo juicio, Valeria Edith Olmos Padilla, quien también estaba acusada, fue absuelta. Según el tribunal, no se pudo demostrar que su participación en los hechos tuviera un impacto directo en la tragedia.