La fallida jugada del oficialismo para “salvar” a Muñoz y el cuestionado rol de Landeros
“Estamos ad portas de cometer una grave violación a los derechos humanos de una persona a la que se le imputan cosas. Yo le pediría a la Mesa que actuemos de manera correcta, de acuerdo al derecho”.
Con esas palabras la diputada Lorea Fríes (FA) planteó su molestia —junto al resto del oficialismo— a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados por permitir que se voten en conjunto las respectivas acusaciones constitucionales presentadas contra los ministros de la Corte Suprema Sergio Muñoz y Ángela Vivanco que, a pesar de ser ingresadas en un mismo libelo, tienen justificaciones distintas
En el caso de Muñoz, se le acusa de haber revelado información de una causa reservada a su hija, la jueza Graciel Muñoz, respecto a un proyecto inmobiliario en que tenía participación y así favorecer su posición. Por otra parte, Vivanco fue acusada a raíz de la revelación de sus chats con Luis Hermosilla, en que se evidenció la coordinación entre ambos en determinadas causas que eran vistas por el máximo tribunal.
Sin embargo, la oposición decidió ingresar en un mismo libelo ambas acusaciones. Según acusan desde la alianza de gobierno, la jugada de la derecha respondería a un intento de “amarrar” a Muñoz y Vivanco, debido a que la acusación del primero no tendría el suficiente respaldo en las bancadas de gobierno para prosperar y pasar al Senado.
Por lo mismo, desde el oficialismo se solicitó a primera hora de la sesión de este miércoles que las votaciones se separaran. De hecho, la bancada de la Democracia Cristiana afirmó que esta solicitud se había ingresado oficialmente ayer martes ante la Secretaría de la Cámara.
“Las acusaciones son personales, a menos que los hechos sean los mismos. En este caso, son distintos. Y el sentido común dice que si hay hechos distintos, tienen que ser causas distintas. En términos políticos, si se permite que se voten en conjunto, se está abriendo la puerta para que ministros de Estado sean acusados por cosas distintas”, apuntó el diputado y presidente de la DC.
“Landerismo” se impone
No obstante, la interpretación del secretario general de la Cámara, Miguel Landeros, fue que el reclamo del oficialismo debía ser ponderado en la votación de la cuestión previa que se rechazó, por lo que la acusación avanzó hasta ver el fondo del libelo.
“Nosotros (la Cámara) sólo vemos la procedencia de la acusación constitucional, eso es lo que la cámara vota. El Senado puede dividir los capítulos (...). La norma de división que está en la Cámara, sólo se refiere a los proyectos de ley. El reglamento de la Cámara no tiene competencia para arreglar las acusaciones constitucionales”, explicó Landeros a los diputados haciendo hincapié en que sería “peligroso” que el pleno de la Cámara resolviera este punto, como lo planteó la bancada del PS.
Karol Cariola (PC), presidenta de la Cámara, respaldó la interpretación de Landeros señalando que “no existe una solicitud reglamentaria de votación separada”.
La determinación de Landeros causó molestia, especialmente en la bancada socialista que está por rechazar la acusación a Muñoz y a favor de la que va dirigida a Vivanco.
"Mal precedente hacia el futuro"
Como lo planteó en su intervención el diputado Undurraga, el oficialismo alegó que el hecho de permitir dos acusaciones con diferente base en sólo una es un “precedente nefasto” ya que la situación podría replicarse en el futuro.
Consultado por El Desconcierto, el diputado Leonardo Soto (PS) sostuvo que “de concretarse esto se va a producir un precedente nefasto para esta Cámara, porque en el futuro, en otros gobiernos, otras mayorías parlamentarias van a presentar una acusación contra un ministro que tenga fundamento por incumplimiento de ley, pero van a agregar a otros dos ministros que les caen mal y como se los quiere votar en paquete al acusar y destituir a uno van a destituir a los tres”.
Sobre la determinación de la bancada socialista respecto a si apoyar o no la AC, Soto aludió a que “al votar en contra estaríamos favoreciendo a Vivanco, que creemos que es completamente culpable, incluso de actos de corrupción. Pero hay una acusación distinta a ella, que también puede avanzar (en la otra AC que está en comisión). Por eso vamos a tener que tomar una decisión que es bien delicada, porque la señal es confusa al obligarnos a someternos a una votación diferente respecto con una sola decisión”.
De todas formas, a pesar de los alegatos del oficialismo, la cuestión previa fue rechazada ampliamente, por lo que la acusación será efectivamente votada en conjunto.
Ahora bien, en el Senado, como ocurrió en 1993 en la acusación que removió al ministro de la Suprema Hernán Cereceda, se pueden separar los capítulos y los ministros podrían tener un veredicto diferente.