Con polémica finalizó la comisión revisora de la acusación constitucional contra la ministra del Interior, Carolina Tohá. Y aunque el libelo se terminó rechazando debido a la mayoría oficialista en la instancia, los diputados de oposición presentes acusaron “ilegalidad” en la votación y anunciaron que llevarán a la Comisión de Ética al diputado Jaime Araya (Ind.PPD), por la forma en que condujo la sesión. 

En cuanto al resultado de la votación, los diputados consideraron que el libelo no tenía las condiciones para ser aprobado por cuatro votos contra uno, por lo que se le recomendará a la Sala de la Cámara rechazar la AC, lo que, en todo caso, no es una decisión vinculante. 

El único parlamentario que aprobó la acusación fue el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, quien realizó una dura crítica a Araya, presidente de la instancia, por haber dispuesto que la votación se realizara el mismo día en que se inició el trabajo de la comisión. 

“Lo que está ocurriendo acá es claramente irregular. Estamos votando en circunstancias de que para poder votar antes del plazo de seis días que establece el reglamento, debe haber un acuerdo en la comisión, un acuerdo que usted no pidió. Por lo tanto, estamos votando antes en circunstancias que eso no se puede hacer”, partió señalando el diputado gremialista, único representante de la oposición en la comisión revisora.

En esa línea, Ramírez apuntó sus dardos directamente contra Araya: “Usted, lamentablemente, para mí es una decepción. Porque ha puesto en votación (el informe), a pesar de que hay un mensaje del secretario general que nos da a nosotros la razón en la interpretación de la norma. O sea, usted ha puesto esto en votación aún contra la norma”. 

El timonel UDI no se quedó ahí y repasó a Araya por el intenso cronograma que fijó en el sentido de que se enviaron las invitaciones para exponer ayer y que la ministra Tohá presentó su contestación ayer lunes por la noche. “Acá hay 200 páginas. Hemos estado aquí desde las 8 y media de la mañana, oyendo a distintos expositores. Por lo tanto, es imposible analizar esto (el documento de contestación). Y esta comisión tiene un show, es una utilización mediática”, lanzó Ramírez. 

Republicanos acusan ilegalidad

Por su parte, el diputado del Partido Republicano, Luis Sánchez, acusó que la votación fue “ilegal” y anunció que llevará a la comisión de ética a Araya. 

“Esta votación, lo que ha ocurrido acá, es absolutamente ilegal. Esto refrendado por una conversación privada que tuve con el secretario general de la Cámara (Miguel Landeros). Y esto se le puso en conocimiento a usted personalmente —dijo Sánchez dirigiéndose a Araya—, antes de que se iniciara la votación y antes de que se emitiera el primer voto, se le reiteró y se le expuso el mensaje al secretario general”, apuntó el republicano. 

Y agregó: “Usted actuó con conocimiento completo de las decisiones que se tomaron acá. Por lo mismo, hemos tomado la decisión como bancada que vamos a llevar a la Comisión de Ética para que se conozca respecto de los hechos relativos a su conducta en esta comisión, que francamente consideramos impresentable y a mí personalmente me sorprende mucho viniendo usted, porque yo esperaba mucho más en particular que usted”. 

El jefe de la bancada republicana, Stephan Schubert, secundó este planteamiento afirmando que “lo que fue evidente y vergonzoso es la premura extrema e injustificada. Esto fue realmente una cátedra de pasar máquinas, porque a veces se trata de que no se note tanto, pero aquí no tuvieron ni siquiera ese cuidado. Y la verdad es que era innecesario”. 

La jugada del oficialismo

Estoico, en su asiento, Araya evitó referirse a los emplazamientos de Ramírez y compañía justificando su voto en contra en que el libelo era un “show mediático” articulado por republicanos y que las prioridades legislativas deben estar en “buscar soluciones”. 

Mismo argumento utilizó para justificar el cronograma establecido que significó un sólo día de sesión para revisar la AC contra la ministra Tohá. 

Pero más allá de esa afirmación, lo cierto es que la estrategia delineada por el oficialismo apunta precisamente a apurar lo máximo posible la votación en Sala de la AC. ¿La razón? Evitar que la derecha logre articular los votos y un viaje parlamentario programado para el jueves que dejaría al oficialismo con varios votos menos. 

Esto, también en consideración que hoy se votó en comisión primero el informe la AC contra los ministros de la Corte Suprema Jean Pierre Matus y Ángela Vivanco, por lo que dicho libelo será el primero en votarse. De esa forma, la AC contra Tohá quedó fijada justo para el jueves en la mañana.