De acuerdo a la Asociación de Productores de Cerveza de Chile, los chilenos beben 57 litros en promedio de cerveza al año, antecedente que posiciona a esta bebida alcohólica como la más consumida en el país, desafiando a la industria a implementar mecanismos de innovación y sostenibilidad para su producción y la reducción de la Huella Hídrica

La lista sigue con el vino con un 48,4% de las preferencias, el pisco con un 18,5%, el whisky con 16,1%, el espumante con un 13,5% y el ron 10,2%, según indica la Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública.

7 de cada 10 chilenos prefiere beber cerveza antes que otras bebidas alcohólicas, por lo que la industria ha implementado en sus procesos de producción mecanismos que ayudan a reducir la Huella Hídrica.

Para producir un litro de cerveza se necesitan entre 4 a 6 litros de agua, considerando desde las operaciones agrícolas hasta que queda lista para envasar.

Para el proceso de fermentación, las máquinas de producción deben purificar el agua a través de una técnica llamada osmosis inversas, que elimina los agentes contaminantes y residuales.

Esa agua será utilizada para el proceso de malteado, la maceración, filtración del mostro y cocción, a una temperatura que dará como resultado cerveza lista para consumir.

El consumo de grandes cantidades de litros de cervezas es un fenómeno que viene experimentándose desde hace 19 años.

Para 2005, el consumo per cápita de cerveza era de 30 litros y para su proceso de elaboración "se realizaban aseos en sistemas de producción sin tomar en cuenta el uso de agua", explica Juan Pablo Contreras, Líder de División de Industria Ligera del Agua para Latinoamérica Sur de Ecolab.

Para 2023, el consumo per cápita había aumentado en un 88,7% y junto a ello sus procesos de elaboración, que son "sumamente controlados y centrados en el menor consumo de agua".

De hecho, a nivel latinoamericano, empresas más desarrolladas utilizan 2,5 hectolitros de agua (2.500 metros cúbicos) para elaborar 1 hectolitro de cerveza (1.000 metros cúbicos), asegura Contreras.

¿Cerveza sabor a sostenibilidad?

Grandes cantidades de agua deben utilizarse además para los sistemas de refrigeración, calderas, silos de destilación, limpieza de silos, pasteurización, lavado de botellas, entre otros procesos.

Por lo mismo, son varios los mecanismos sostenibles que implementan las industrias para elaborar la bebida alcohólica preferida de las y los chilenos.

"Una planta puede ahorrar unos 11 millones de litros de agua y casi 300 horas de trabajo anuales con innovación tecnológica”, sostiene Contreras.

Por ejemplo, algunos de estos mecanismos de innovación son los procesos de limpieza en sitio (CIP) o de tanques de cerveza sin levadura, que reducen los pasos para su elaboración, al mismo tiempo que se ahorran grandes cantidades de litros de agua.

Otro ejemplo, es a través de la digitalización del agua, que son "sistemas automáticos permite monitorear y ajustar parámetros como la temperatura, presión y tiempos de fermentación en tiempo real".

Este mecanismo garantiza que cada lote cumpla los estándares de calidad al mismo tiempo que es sostenible.

En Chile, las empresas destacan por implementar prácticas de cultivo más eficientes y el uso de energías renovables.

Foto: Agencia Uno.