Ya son siete meses los que lleva la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados discutiendo el proyecto de ley de la nueva Ley de Pesca, que tiene como uno de sus principales objetivos, dejar atrás la llamada “Ley Longueira”, que estuvo marcada por casos de corrupción y cohecho para beneficiar a la gran industria.

La iniciativa además busca el desarrollo sostenible de la actividad pesquera, equidad del sector, enfoque científico-técnico y seguridad alimentaria y consumo humano.

Sin embargo, la discusión se ha visto a ratos entrampada por polémicas, algunas infladas por los medios y otras que traen a la memoria la tramitación de la actual ley.

Algunos de estos episodios, que han desviado la atención en los temas de fondo, es, por ejemplo, las caletas con perspectiva de género que fue anunciado por el Presidente Gabriel Boric.

 “Polémicas” en la Ley de Pesca

"Hoy día veía a algunos periodistas que se burlaban socarronamente de las iniciativas que se han estado impulsando para incorporar a las mujeres vinculadas al mundo de la pesca a propósito de las caletas y hacían sorna de eso sacando un extracto de un discurso de 40 minutos", dijo el mandatario tras las reacciones que originó la propuesta.

“Yo les pediría un poco más de seriedad, que piensen cuando hacen esas burlas", agregó en esa oportunidad.

La última de estas “polémicas”, fue a comienzos de este mes cuando el diputado y presidente de la comisión, Jorge Brito (FA), presentara una indicación para respetar el estado físico y mental de las especies marinas.

Esto generó una lluvia de críticas que obligó al parlamentario oficialista reconocer que “el lenguaje con el cual redactamos esa indicación da para malas interpretaciones”, afirmando que reformulará la indicación enfocándola en fomentar normas en relación al bienestar animal.

Para la bióloga marina y miembro de la Fundación Terram, Elizabeth Soto, lo que resulta más preocupante, no es la banalización del debate, sino que la sobreexplotación que actualmente se está llevando a cabo.

“Las principales pesquerías se encuentran sobreexplotadas o agotadas en un escenario de cambio climático que representa una gran incertidumbre y la poca o nula atención que se ha puesto a este hecho durante la discusión de la nueva ley de pesca”, señala.

“La función de los comités científicos y de la ciencia en general, se ha visto coartada por los intereses de los usuarios de la pesca en los comités de manejo avalados por la Subsecretaría, donde en casos como la merluza austral -especie que lleva más de una década sobreexplotada- se han aumentado las cuotas de captura sin ninguna justificación científica y con la desaprobación del comité científico respectivo”, complementa.

Para William Porath, Doctor en Ciencia Política y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, más que haya una estrategia de la posición -que defiende los intereses de la gran industria pesquera- para dilatar o banalizar la discusión respecto al proyecto de ley, cree que es parte del enfrentamiento político natural.

“Muchos de sus representantes de repente son un poco ingenuos para decir las cosas. Le pasó al diputado Gonzalo Winter con este tema de los pobres y se le transformó en un boomerang”, señala el experto en análisis de contenido de medios.

Lo que destaca el académico y que pareciera no ser aprovechado por el oficialismo es la gran ventaja que era dejar atrás la Ley Longueira.

“Desde el punto de vista comunicacional, el gobierno tenía una gran ventaja que era que la Ley Longueira quedó marcada en la opinión pública como una ley que había sido hecha a gusto de los intereses creados de la industria pesquera”, señala.

Porath agrega que una buena estrategia para La Moneda es llevar la discusión al pleno de la Cámara.

“Creo que el gobierno comete un error porque tendría que llevar la discusión a sala lo antes posible. En sala la derecha no puede aparecer defendiendo nuevamente públicamente los intereses de los grandes empresarios”, señala el académico.

Excesivas indicaciones

El paquete de indicaciones presentadas y defendidas por el diputado Sergio Bobadilla (UDI), de las cuales 211 fueron copiadas de un informe técnico jurídico de Sonapesca, además de traer a la memoria la Ley Longueira, también levantó suspicacias sobre el abultado número de indicaciones.

Cabe señalar que cada día que pasa, la actual ley favorece a la gran industria pesquera, sumado a que algunos parlamentarios ya han señalado que el proceso está viciado y hay que volver a foja cero.

En ese sentido, Elizabeth Soto de Terram, hay una dilatación excesiva de la discusión, propiciada en ocasiones por parlamentarios de oposición.

“La recurrente necesidad de algunos parlamentarios de oposición de revisar cada artículo minuciosamente y no acceder a los acuerdos de la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos para votar artículos en bloque, sólo extenderá de manera excesiva la tramitación del proyecto”, señala Soto a El Desconcierto.

Respecto a esto, la profesional recuerda que el proyecto “aún debe ser revisado por el Senado, y, por lo tanto, de no cambiar la situación actual muy difícilmente se logre el objetivo del ejecutivo de una nueva ley de pesca durante este Gobierno”.

Cabe señalar que un eventual próximo gobierno de derecha, pondría cuesta arriba la discusión de la nueva Ley de Pesca, por lo que a La Monda le urge que la iniciativa sea aprobada antes de que Gabriel Boric termine su mandato.

En esa línea, Soto señala que una estrategia para agilizar la discusión es reactivar el proyecto de ley para anular la actual Ley Longueira.

“Si es real el objetivo de la actual administración de poner un punto final a la actual ley, requiere de una estrategia legislativa que por una parte agilice la tramitación del proyecto en la Cámara y, por otra parte, reactive la tramitación del proyecto de ley que declara la nulidad de la ley N°20.657 que actualmente se encuentra en la Comisión de Constitución del Senado”, señala Soto.

Cabe recordar que el proyecto de ley que busca la nulidad de la actual legislación fue ingresado en enero de 2016, sin embargo, aún no ha visto la luz.

“De aprobarse la nulidad de la Ley N°20.657 o Ley Longueira, se deberá aprobar una nueva ley en el plazo de dos años, asegurando así una nueva legislación para el sector”, detalla la profesional de Fundación Terram.

Por su parte, para el diputado Jorge Brito existe una campaña del terror para perjudicar la discusión de la nueva ley.

“La derecha ha llevado adelante la campaña del terror y de desinformación, con lo cual nos hemos comprometido a actuar con total transparencia y recibimos a visitantes de todas las caletas de pescadores artesanales de Chile en cada sesión de la Comisión de Pesca”, señala el parlamentario.

“La UDI ha ingresado indicaciones para quitarle más cuotas de pesca a los pescadores artesanales y traspasárselas a las siete familias de la pesca industrial”, agrega el diputado Brito.

El parlamentario frenteamplista, agrega que el actual proyecto que se tramita en el Congreso es una oportunidad para “sanear la corrupción que aún está vigente en la actual ley de pesca, restablecer el estado de derecho, recuperar soberanía en torno a nuestro mar y reivindicar a la pesca artesanal”.