Conocida como la nutria más pequeña del mundo, el chungungo habita a lo largo de toda la costa chilena, prefiriendo los terrenos más cercanos a la playa para sus crías. Esta preferencia lo hace más susceptible al ataque de perros, situación que recientemente se vivió en Zapallar y que resultó en la muerte de una cría. 

Este incidente vuelve a encender el debate sobre la normativa actual en torno a la presencia de perros en las playas. Los perros han sido identificados como una de las principales amenazas a la fauna nativa del país, y esto también incluye a animales costeros, algunos en peligro de extinción como el chungungo y el chorlo nevado.

Actualmente, en Chile no existe una ley nacional que prohíba la entrada de animales domésticos a las playas. Sin embargo, algunas municipalidades han implementado ordenanzas que restringen el acceso de mascotas sin medidas de control específicas. 

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Entre las principales razones para regular esto, se encuentran la convivencia entre veraneantes, los riesgos para la fauna costera y la protección de las propias mascotas. Esto último se vio reflejado especialmente en 2023 tras los brotes de gripe aviar que en algunos casos contagiaron a perros que estuvieron en contacto o atacaron a aves playeras afectadas.

Municipios como Santo Domingo, Zapallar, Puchuncaví, Antofagasta y Quinchao han establecido prohibiciones para el ingreso de mascotas sin supervisión y su baño en el mar. 

En estos lugares, los dueños de mascotas que no cumplan con las regulaciones arriesgan multas que oscilan entre 3 y 5 UTM, equivalentes a entre 186 mil pesos y 310 mil pesos.

En Valparaíso la medida se aplica únicamente durante el verano y la municipalidad otorga concesiones a las fuerzas armadas para que fiscalicen las playas solo durante el periodo de vacaciones.

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En el caso en particular, la persona que encontró al chungungo herido en Zapallar lo entregó al personal de una cafetería. El hombre, acompañado por un perro, sugirió que la cría había recibido un postonazo.

Sin embargo, al ser revisada en el centro de rescate fundación Ñamku, se confirmó que las lesiones eran resultado de un ataque de perro, con tres heridas en la cabeza y una fractura de mandíbula aparente. Desde la veterinaria afirmaron que aún no han logrado identificar a la persona que entregó a la nutria.

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Riesgos para la fauna silvestre

Cada verano se viralizan registros de personas que llevan a los perros a la playa y los dejan correr, resultando muchas veces en ataques a animales silvestres de especies vulnerables. 

Además de los ataques directos, los perros pueden alterar el comportamiento de la fauna silvestre, causando estrés y desplazamiento de sus hábitats naturales. La presencia de perros sin control también contribuye a la contaminación del entorno, con desechos que pueden afectar la salud de la vida silvestre y de los humanos.