Para la semana entrante, esto es la tercera de mayo, se anunció un sistema frontal de envergadura en nuestro país, que podría dejar una cuantiosa cantidad de agua caída en la zona central.

Así lo han anunciado reiteradamente durante los últimos días los distintos reportes televisivos, mientras que la meteorológa de CHV, Allison Göhler, detalló que este se originará en el sur, alcanzando a la zona centro de Chile, incluida a la Región Metropolitana.

"El lunes se ve más tranquilo, el martes incrementa un poco, pero el miércoles me preocupa porque se ven intensidades fuertes", aseguró durante las últimas horas en medio de su reporte del tiempo en la estación privada.

Según explicó Göhler, el 22 de mayo incluso "podrían caer cantidades importantes de precipitaciones en poco tiempo".

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Paralelamente, detalló que el frente se iniciará empezará el domingo, afectando entre las regiones de Aysén y el Biobío.

La situación ya está generando inquietud, considerando que el año pasado ya nos enfrentamos a complejas situaciones, como fue el caso del anegamiento la autopista Acceso Sur, a lo que se suma el socavón derivado de un sistema frontal que afectó al edificio Kandinsky, en Concón.

[caption id="attachment_920457" align="alignnone" width="900"] Jaime Arriagada- Imagen cedida Universidad Mayor[/caption]

Cortes de calles y servicios básicos

Jaime Arriagada, director de la carrera de Ingeniería en construcción de la Universidad Mayor, detalla qué amenazas para la ciudad podría representar el fenómeno anunciando para los próximos días. "La mayor consecuencia de un sistema frontal – pensando desde la ciudad – tiene relación con las inundaciones que se producen en zonas determinadas de la urbe, lo que puede causar cortes de calles y de servicios básicos, con todo lo negativo que aquello conlleva", asegura.

De hecho, agrega, "en sectores con edificaciones más vulnerables – tomas o ampliaciones irregulares – estas incluso se pueden dañar gravemente, perdiendo cualquier posibilidad de ser habitadas".

Consultado si se podrían repetir situaciones como la de la autopista o la del edificio Kandinsky, Arriagada no duda. "Claro, debido a que cualquier obra de ingeniería se desarrolla en base a modelos productivos, es decir se proyecta a partir de datos históricos", sostiene.

En consecuencia, plantea, "si un evento climático se sale de dicho rango, y/o de los márgenes normativos, va a entrar en una zona de riesgo respecto a su comportamiento".

"Respecto al caso particular del edificio, entiendo que la empresa a cargo, autorizó su uso", dice absteniéndose de comentar esta situación específica.

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Construcciones requieren mantención

¿Qué tipo de construcciones son las que representan mayor riesgo en contextos como el que se presentaría, con el miércoles 22 siendo el día de más intensas precipitaciones?, le preguntamos a renglón seguido a Arriagada, quien aclara que "cualquier construcción realizada sin asesoría profesional es mucho más vulnerable a situaciones climáticas como el sistema frontal proyectado".

Lo anterior, complementa, "dado que no existe un conocimiento técnico con respecto a factores críticos necesarios, para que esa construcción se mantenga de buena forma a largo plazo".

En este sentido, apunta a "pendientes necesarios en techos, dirección del viento, impermeabilización, resistencia térmica y otros que un ingeniero constructor maneja perfectamente; no podemos olvidar también que cualquier construcción también necesita mantenimiento preventivo".

Consultado finalmente acerca de las recomendaciones para los dueños de casa, automovilistas y peatones para enfrentar sistemas frontales como el que se anticipa, con la caída de mucha agua en poco tiempo, Arriagada aconseja "tomar todas las medidas posibles de preparación ante circunstancias no esperadas".

Para los dueños de casa, apela a que se revise el "sellado de puertas y ventanas", verificar el estado de la techumbre y caídas de agua", además de confirmar el "estado del sistema de calefacción", junto con "revisar zonas donde se acumula el agua en el patio".

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