A veces la vida se encarga de ponernos en el mismo lugar donde alguna vez estuvimos, pero al otro lado de la vereda. Justo al frente. Beyker David Amador Padilla encarna, en parte, esa vieja premisa. Hace casi dos años atrás secuestró a tres sujetos, los retuvo por 38 horas, y hoy solicita que lo trasladen a otra cárcel por amenazas de muerte y extorsión. Es, por decirlo de algún modo, una suerte de “extorsionador extorsionado”.

A mediados de enero de este año, la abogada del condenado por secuestro y microtráfico, Jenniffer Isla, solicitó al tribunal evaluar el traslado de Amador Padilla a otra dependencia del CDP Santiago Sur, debido a constantes amenazas en su contra que habrían afectado “su integridad física o síquica”, solicitando a la brevedad una audiencia de cautela de garantías.

Pese a su participación en el plagio de tres ciudadanos venezolanos, delito cometido junto a Walter Rodríguez Pérez, prófugo del secuestro del exoficial Ronald Ojeda y sindicado por la fiscalía como miembro del Tren de Aragua, Gendarmería emitió un informe de factibilidad el 29 de enero allanándose al traslado hacia otra unidad penal –Puente Alto o Colina I–, debido a su “escasa trayectoria carcelaria y registro de buena conducta”.

Patricia Ibacache Toledo, ministra del 7º Juzgado de Garantía de Santiago, será la encargada de resolver si acepta o no la solicitud presentada por la defensa de Amador Padilla, quien no especificó en los escritos judiciales quienes eran las personas responsables de las amenazas de muerte y actos extorsivos.

Banda especializada

14 de junio de 2022. A eso de las 19:30 horas una banda compuesta por cinco personas, Manuel Sifonte, Beyker Amador Padilla, Javier Hernández Romero y otros dos miembros no identificados, interceptaron a un vehículo Kia Morning rojo en la esquina de calle Serrano y Cóndor.

Los plagiadores se movilizaban en un automóvil Hyundai modelo I10 y tres de ellos se subieron al vehículo interceptado. En la intersección de Américo Vespucio con Autopista Central abandonaron a uno de los secuestrados, advirtiéndole que si denunciaba a la policía matarían a sus familiares pues “sabían dónde vivían”.

El Desconcierto tuvo acceso a la querella interpuesta por el Ministerio del Interior, donde se detalla que las víctimas habrían sido trasladadas a un inmueble ubicado en la comuna de Lampa, manteniéndolos secuestrados durante 38 horas bajo amenazas de muerte y exigiendo a cambio de su libertad el pago de una recompensa. Las víctimas finalmente habrían sido liberadas tras la entrega de joyas y varios artículos de valor.

Casi un mes más tarde, el 11 de julio de julio de 2022, Hernández, Amador y Sifonte fueron detenidos por funcionarios de la PDI, quienes allanaron un domicilio ubicado en la comuna de Ñuñoa, en la calle San Eugenio, encontrando más de 60 gramos de marihuana, 100 gramos de cocaína y 120 mil pesos en efectivo, además de 11 cartuchos calibre 9 mm, dos cartuchos calibre 38, 25 cartuchos de 9mm, un cartucho calibre 5.56 y un cartucho .40.

La detención de parte de la banda dejó en evidencia la participación de otro de los involucrados, un ciudadano venezolano con antecedentes de agresión a un guardia de seguridad en el año 2020, quien habría participado directamente en el secuestro y que desde entonces se encuentra prófugo: Walter Rodríguez Pérez.

La investigación derivó de inmediato en una orden de detención en contra de Rodríguez, emanada el 28 de abril del año pasado por el magistrado Mario Cayul Estrada a la Brigada de Investigaciones Especiales Antisecuestros de la PDI, quien elaboró un informe policial con diligencias tendientes a ubicar al sospechoso.

Las fechas, en este sentido, son fundamentales, pues el mismo mes que se emitió la orden de arresto, Rodríguez habría participado en otro secuestro que terminó con el cuerpo de tres personas encontradas en una alcantarilla a un costado de la ruta 68, en Curacaví.

Según informaciones de prensa de la época se trataba de una banda especializada en secuestros, compuesta por hombres de nacionalidad extranjera que estaban siendo investigados por su participación en varios hechos de similares características.

La indagatoria fue bautizada como “Operación Caracas” y estuvo dirigida por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales Antisecuestro a cargo del subprefecto Hassel Barrientos.

Según el informe de la brigada especializada de la PDI, Rodríguez no se encontraba en el domicilio que registraba, en calle Coquimbo Nº 1331, cuyo departamento según información proporcionada por conserjería se encontraba deshabitado.

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La jefatura Nacional de Migraciones, el 31 de agosto de 2023, advirtió que Rodríguez Pérez no registraba “salidas por pasos habilitados y controlados por la Policía de Investigaciones”, situación que determinó que la orden de detención fuera ingresada a la base de datos Gepol.

Siete meses más tarde el nombre de Rodríguez aparecería nuevamente involucrado en un secuestro, esta vez del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, quien fue sacado de su domicilio en la comuna de Independencia por un grupo de cinco sujetos la madrugada del 21 de febrero. Hoy, al igual que en un comienzo, el paradero de Rodríguez es un misterio.

Sus cómplices en el primer secuestro –Sifonte, Amador y Hernández­– permanecen presos tras ser condenados a 3 años y un día de presidio menor en su grado máximo por el delito de secuestro extorsivo y a 541 días de presidio menor en su grado medio por el delito de tráfico ilícito de pequeñas cantidades de droga.

La fiscalía deberá dilucidar cuál es la relación de los detenidos con el Tren de Aragua y si es que participaron en otros crímenes junto a Rodríguez. Beyker David Amador Padilla, en tanto, espera la resolución judicial que determinará si será o no trasladado de recinto penal. El Desconcierto se comunicó con Gendarmería quien aseguró que el condenado por secuestro se encontraba aún en Santiago 1.