Desde que comenzó a tramitarse en tribunales la quiebra de Curauma, Manuel Cruzat Infante ha tenido en la mira al síndico que ha sustanciado la causa, César Millán Nicolet, a quien ha colmado de querellas, demandas y reclamaciones.

El empresario considerado uno de los primeros Chicago Boys, los economistas que implementaron el neoliberalismo en Chile y considerado mentor de varios leones de Sanhattan, incluido el expresidente Piñera, fue formalizado por la quiebra fraudulenta de la empresa Curauma, tras una denuncia por falta de documentación contable. El litigio acaba de cumplir una década sin poder todavía cerrar todos sus flancos.

Ha sido una dura batalla judicial. En diciembre del año pasado, Cruzat acudió hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la eventual vulneración de sus derechos humanos por parte del Estado chileno, tras la aprobación del remate de uno de los lotes más valiosos del predio ubicado en Valparaíso.

[caption id="attachment_723859" align="aligncenter" width="900"] Manuel Cruzat/ Agencia Uno (archivo).[/caption]

Hace tres meses atrás Cruzat, incluso, acusó de sabotaje  informático al algoritmo del Poder Judicial, asegurando que en la asignación de la causa de quiebra de la empresa hubo “mano negra”.

Algo que había manifestado pocas semanas antes en un inserto publicado en El Mercurio, calificando la situación como “un gravísimo caso de corrupción” que habría afectado la selección del tribunal, los abogados y hasta la designación del propio síndico.

Hoy los dardos dirigidos por Cruzat apuntan nuevamente a César Millán, contra quien acaba de querellarse por proporcionar ventajas indebidas a un acreedor, en este caso, a la empresa de seguros Euroamérica, quien adquirió esa calidad mediante la compra en enero de 2014 de un crédito propiedad de la Bolsa de Comercio de Santiago.

Viaje a Uruguay

El conflicto por los terrenos en la Quinta Región se remontan al año 2013, cuando la justicia decretó la quiebra de Curauma S.A., la empresa propietaria de más de 2.015 hectáreas ubicada estratégicamente entre las comunas de Valparaíso y Viña del Mar.

A partir de entonces César Millán se hizo cargo del proceso de quiebra y Cruzat se ha opuesto tenazmente entablando más de 80 acciones judiciales buscando recuperar los terrenos que quedaron en manos de Euroamérica.

La querella recientemente presentada en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago busca que la justicia tenga en consideración los eventuales vínculos existentes entre el síndico de quiebras y la empresa de seguros, a partir de una serie de nuevos antecedentes que se incorporan a la investigación.

Según el documento judicial al que tuvo acceso El Desconcierto, Millán habría viajado a Punta del Este, Uruguay, junto al controlador de Euroamérica Seguros, Nicholas Davis, en un avión ejecutivo de propiedad de la compañía, entre los días 7 y 11 de enero del año 2013, poco tiempo antes de asumir la causa en cuestión.

Se destaca además que durante la tramitación de la quiebra, César Millán fue “sancionado tanto por la Superintendencia de Insolvencia y Emprendimiento como por la Corte de Apelaciones de Santiago”. El primer organismo decretó un “comportamiento incompatible con el estándar de conducta que exige la ley” y el segundo lo suspendió por un tiempo del ejercicio de la profesión de abogado.

Las suspicacias de Cruzat también alcanzan al prestigioso estudio de abogados Claro, asegurando que tanto la quiebra de Curauma S.A. como Latam recayeron en el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago cuando “estadísticamente era 1,75 posibilidades en mil que eso ocurriera. “Lo llamativo de este hecho es que en ambas causas aparece como abogado del actor los mismos abogados del estudio Claro y Compañía”, explica.

La hipótesis de Cruzat es que todos los antecedentes presentados en la querella darían no solo cuenta de vulneración del procedimiento sino que llevarían a establecer que “César Millán Nicolet interviene en la quiebra de Curauma S.A. con el sólo fin de favorecer a Euroamérica Seguros de Vida S.A.”

“Estas acciones se producen por las decisiones tomadas por el síndico, quien en desmedro del interés de los acreedores, y de Curauma S.A., benefició a Euroamérica Seguros de Vida S.A. al llegar a una conciliación, lo que significó que la empresa liderada por Manuel Cruzat perdiera su principal activo por un valor ínfimo a su valor real”, concluye.

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