No fueron las comunas más ricas, sino los sectores populares los que votaron por el Partido Republicano. Así lo revela un análisis de la Facultad de Gobierno y Faro UDD, elaborado a partir de los resultados de las elecciones para el Consejo Constitucional.

Según el análisis, el respaldo promedio a Republicanos es mayor en las comunas que pertenecen al quintil más bajo de ingresos que en el quintil de ingresos más altos, con una diferencia promedio de 9 puntos.

En contraste, el apoyo promedio a Unidad para Chile es menor en el grupo de comunas con menores ingresos del país que en las con mayor nivel de ingresos, y encuentra su mejor rendimiento en comunas de baja ruralidad.

El informe, a cargo de los investigadores Miguel Ángel Fernández y Eugenio Guzmán Astete, profundiza que Republicanos logró su mayor apoyo electoral en comunas con alta conflictividad (migración y violencia) y en aquellas con mayor concentración evangélica (42,8% en promedio).

[caption id="attachment_836464" align="alignnone" width="923"] Análisis UDD[/caption]

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Esta alta votación en sectores populares se puede explicar por la percepción de inseguridad y cómo el partido la ha capitalizado, junto a otros temas de la contingencia, comentan expertos consultados por El Desconcierto.

Para Luis Garrido-Vergara, académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, “hay un problema gigantesco en Chile respecto a la percepción de la seguridad. Ese es el gran problema que ha generado también una combinación significativa con la desilusión o la desconfianza de la clase política”.

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“En este sentido, los republicanos han logrado instalar un discurso de outsider que les favorece muy fuertemente como una alternativa para resolver problemas que responden a una situación que es transversal en la política chilena”, agrega.

Nerea Palma Robles, académica de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), coincide en que la “agenda de la contingencia” gira en torno a seguridad, delincuencia e inmigración, donde la extrema derecha y Republicanos han tenido “una posición bastante clara, extrema y dura”, algo que “le hace sentido” a la ciudadanía.

“Me parece que a la población de menores recursos o sectores populares, la temática delincuencia e inmigración es especialmente patente, justamente porque hay ciertos indicadores de delincuencia que son mayores y diferentes” que en otras zonas.

Desconfianza de la política

A estos factores se suma la desconfianza con la clase política, considera Garrido-Vergara. “El fracaso de la propuesta constitucional reciente y el giro que ha tomado el proceso constituyente actual sin duda que ha marcado una percepción ciudadana que intenta estar muy cercana a esta visión de disconformismo muy grande”, indica.

“Entonces lo primero que uno podría decir es la desconfianza a la clase política que está al frente al gobierno, y en segundo lugar, la demanda creciente y hoy día muy consolidada en temas de seguridad ciudadana”, agrega el docente.

Por su parte, Nerea Palma Robles apunta que “los sectores populares son los mayormente olvidados, no solamente en el último tiempo, que se supone es el foco del gobierno de Boric, que obviamente en lo que lleva de gobierno no ha podido solucionar todas las temáticas que la ciudadanía le aqueja”.

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“Son tantas las demandas que la ciudadanía ha manifestado, por ejemplo desde el estallido social y para atrás también, que hoy día los que ganan no solamente tienen que hacerse cargo de las demandas actuales, sino que todas las demandas hacia atrás”, agrega la experta.

En ese sentido, comenta que “no es raro que haya ganado un partido que todavía no le ha tocado gobernar ni liderar ningún proceso”.

Apoyo de sectores indígenas

De acuerdo con el informe, las comunas donde Republicanos concitó mayor apoyo son Colchane (73,8%) en el norte del país, junto con Ercilla (70,1%) y Lebu (54,9%) de La Araucanía y el Biobío, respectivamente.

El apoyo de los sectores con alta población indígena puede responder a que “hay una desilusión también del mundo indígena respecto al proceso constituyente anterior”, sumado al conflicto presente en la zona, explica Luis Garrido-Vergara.

“Han habido muchas dificultades para poder controlar, digamos, el conflicto indígena por parte del Gobierno actual, y eso también ha tenido una repercusión importante en los sectores indígenas respecto de sentirse un poco desfasados de todo este proceso, de todos estos discursos que se han instalado desde el gobierno”, añade.

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Según la socióloga Palma, además de la inseguridad en la zona y la habilidad de Republicanos de aprovecharse de la misma, existen “ciertos sectores donde hay mucha población indígena” que generalmente votan por la derecha tradicional.

Sin embargo, considera que “hubo una migración de votos de la derecha tradicional a la extrema derecha” por una “diferenciación que quiere hacer la extrema derecha respecto a la derecha tradicional”, tildándola, por ejemplo, de “derechita cobarde, blanda, que dialoga con la izquierda”, y así logrando mayor adhesión de los extremos.