Hace casi dos años, Elvira Espinoza fue víctima de un procedimiento de Carabineros que le costó su tranquilidad mental, su calidad de vida, la de su hijo y esposo, ambos presentes el día de un ataque que terminó con ella en el fondo de una zanja.

En septiembre de 2021, la psicóloga se encontraba con su familia camino a Curicó tras haber salido de un hotel en el sector de Comalle. Mientras pasaban por un camino rural, un carabinero de franco adelantó a su vehículo y les bloqueó la ruta para lanzarles groserías por transitar a menor velocidad que él.

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Los hechos se desencadenaron de tal forma que la pareja del uniformado, que iba viajando con él en el auto, se sumó a las agresiones verbales y terminó empujando a Elvira a una zanja, después de que ella decidiera grabar la situación.

Cuando intentó denunciar el episodio, los oficiales del retén de Comalle no le dejaron entrar a la comisaría. Más aún, luego que ella logró hacer la denuncia ante la Policía de Investigaciones (PDI), la que fue acogida por Fiscalía, desapareció de los registros dos semanas después.

El caso solo terminó en una amonestación al carabinero, tras una intervención de la Defensoría de la Niñez, quienes decidieron involucrarse en el caso debido a la presencia del hijo de Elvira en el hecho, quien tenía solo tres años.

Ahora ella vive en Irlanda. Se mudó junto a su familia hace nueve meses debido a las secuelas psicológicas que le dejó el hecho. “Nunca volvimos a vivir tranquilos en Chile”, relata a El Desconcierto. “Yo veía una patrulla de Carabineros y era terror. Me ponía a llorar, no lo podía contener”.

“Nos llamaban todos los días los carabineros y quedé traumatizada con ese tema, porque todos los días nos decían ‘vamos a ir a su casa’, o ‘necesitamos tomarle una declaración’, o ‘queremos que venga para acá’. Eso era todos los días”, cuenta.

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Todos esos recuerdos ahora han regresado en medio de la aprobación y promulgación de la Ley Nain-Retamal, que le da más atribuciones a los funcionarios de la institución.

“Siento que esto para mí es como un nuevo trauma, es como decir ‘mira, no me importa lo que te pasó a ti, no te cuidamos, pero sí vamos a hacer una ley para que el carabinero siga teniendo facultades lamentablemente para hacer seguir haciendo este tipo de acciones tan impunes’”, comenta.

Señala que si es que “junto con esta ley sacan a todos los carabineros que no cumplen los estándares de salud mental para manejar poder y armas, y estar a cargo de la seguridad de las personas, y yo te diría está perfecto, hagan la ley, pero dentro de esta institución hay gente que está de verdad demencial”.

“Desde mi experiencia tan traumática, yo también quiero una ley que diga que me protejan como ciudadano a caminar en paz por las calles de mi país sin que un policía me ataque”, añade la psicóloga.

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Elvira siente “que no es necesaria esta ley, yo creo que le va a hacer mucho daño al país. En Chile está toda mi familia, está toda la gente que yo amo, y siento que en verdad, y esto lo digo desde lo profundo de mi corazón, aquí no se garantiza en nada la seguridad de las personas comunes y corrientes, aquí se garantiza la de las instituciones”.

Ella apunta también su crítica al gobierno, que en esta coyuntura no fue capaz de “tener memoria de los actos ilícitos y atroces que han cometido los carabineros, o sea, yo no quiero decir que toda la institución es mala, pero sí que la institución necesita una intervención. Una ley que los faculte de más poder yo no creo que sea el remedio”.

“Para mi gusto, toda la gente que está sentada haciendo las leyes en el Senado y la Cámara de Diputados son personas populistas que hacen leyes solamente porque sale la noticia o porque está de trending topic, pero no hay un análisis, no hay una reflexión, no hay un pensamiento, no hay una escuchar a las personas de lo que de verdad necesitan”, opina.

“Yo diría que antes de hacer una ley que le dé más facultad a los Carabineros para hacer cualquier acto, es hacerse cargo de la reparación de las personas que han sufrido daños, sean Carabineros o sean ciudadanos comunes y corrientes”, concluye al respecto.