Corea del Norte reconoce su primer brote de COVID-19 y sin tener a su población vacunada
Corea del Norte anunció sus primeros casos de COVID-19 desde que empezó la pandemia y declaró la "emergencia máxima", situación que preocupa por lo contagiosa que ha demostrado ser la variante Ómicron detectada y el hecho que el aislado país no ha puesto una sola vacuna, ni tiene aún plan de inoculación.
La agencia KCNA informó de "una brecha" en el sistema de prevención epidémico que el país "ha defendido firmemente durante dos años y tres meses desde febrero de 2020". Las autoridades detectaron que muestras tomadas el 8 de mayo de personas con fiebre "pertenecientes a una organización en la capital" coinciden con la variante ómicron BA.2, que se ha extendido por todo el mundo desde finales de 2021.
Los medios norcoreanos no ofrecieron más detalles concretos ni mencionaron posibles rutas de contagio. El régimen, que hasta ahora no había confirmado un solo positivo de COVID-19, ha realizado el anuncio después que medios especializados como NK News afirmaran, citando fuentes locales, que el pasado 10 de mayo se había decretado súbitamente un confinamiento en Pionyang.
Kim Jong-Un con mascarilla
El politburó del Partido de los Trabajadores norcoreano celebró una reunión presidida por el líder Kim Jong-Un -que apareció con mascarilla y solo se la retiró al hablar, según se vio en televisión- para activar un "sistema de prevención epidémica de emergencia máxima".
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Kim "instó a todas las ciudades y condados del país a confinar completamente sus áreas" para evitar nuevos contagios. El líder subrayó la necesidad que el sistema sanitario realice test intensivos, refuerce observación y tratamientos médicos e intensifique la desinfección, para lo cual dijo que se movilizarán suministros médicos "reservados hasta ahora para una situación de emergencia".
Corea del Norte mantiene desde 2020 un sistema muy estricto que incluye impedir que nadie entre en el país, reforzar vallas fronterizas, disparar a toda persona que se acerque a la divisoria o desinfectar durante semanas las importaciones que obtiene de China por alta mar o ferrocarril.
País sin vacunas
El régimen se ha negado a aceptar dos envíos de las vacunas fabricados por AstraZeneca y Sinovac por parte del mecanismo COVAX y es, junto con Eritrea, el único país que no ha reportado una sola inoculación a la OMS.
Esto parece deberse a la negativa del régimen a que personal foráneo entrase en el país para ayudar a preparar las cadenas de frío necesarias para distribuir y almacenar vacunas, requisito de COVAX para entregar las casi 5 millones de dosis que Pionyang acabó rehusando.