Con ayuda del Estado: Los millonarios subsidios de riego para las empresas de Juan Sutil
“Hay personas que a su juicio, legítimamente, prefieren recibir su bono que buscar trabajo”. Esta fue parte de las declaraciones que dio Juan Sutil Servoin, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y uno de los principales empresarios agrícolas del país, en agosto pasado a raíz de una entrevista a Radio Infinita sobre el estado de la economía, las ayudas del gobierno y un eventual nuevo retiro de fondos de pensiones.
El empresario hacía referencia a que, según lo que él había conocido, en los últimos meses las plazas de trabajo en varios sectores industriales no se llenaban y apuntaba como una de las razones a las medidas económicas que entregó el gobierno a raíz de la crisis de la pandemia de COVID-19. La frase le valió una serie de críticas y sus dichos aparecieron en casi todos los medios de comunicación.
Pero no era primera vez que Sutil apuntaba a las ayudas estatales para argumentar que las personas “no quieren trabajar”. Ya en noviembre de 2020, en medio de un momento sanitario complejo, había afirmado que si bien había personas que tenía miedo respecto a su salud, otras no trabajaban porque “no quieren perder los beneficios que han sido entregados”.
Incluso ejemplificó con la agroindustria, sector que conoce muy bien, ya que el presidente de la CPC está a la cabeza de uno de los principales conglomerados agrícolas del país: Empresas Sutil. El empresario fundó la sociedad matriz en 1982 como una empresa de corretaje de productos agrícolas, para transformarse con el paso de las décadas en uno de los actores más relevantes de ese sector productivo.
Las distintas compañías que lo integran se dedican a la producción y exportación de berries, frutos secos y vino, alcanzando ingresos por aproximadamente $280.000 millones (2019).
Pero, a pesar de ser una compañía con presencia internacional y que factura en millones, El Desconcierto pudo comprobar que distintas sociedad pertenecientes a Empresas Sutil han recibido millones en subsidios estatales para obras de riego en múltiples oportunidades. Incluso, bajo la categoría de “pequeño empresario agrícola”.
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Todo esto bajo las reglas de la actual Ley de Riego (N°18.450), que fue creada en 1986, durante la dictadura militar y que ha sido prorrogada en dos oportunidades en democracia. La normativa ha permitido que empresas de millonarios y grandes terratenientes accedan a cuantiosas bonificaciones estatales desde la Comisión Nacional de Riego (CNR), dependiente del Ministerio de Agricultura. Hechos que tomaron relevancia pública luego del libro de investigación "El Negocio del Agua", de las periodistas Tania Tamayo y Alejandra Carmona.
En diciembre de este año se termina la vigencia legal de este sistema y actualmente se está tramitando en el Senado una prórroga por 12 años más.
Cientos de millones en subsidios para el riego
En los últimos 16 años las sociedades de Empresas Sutil han sido beneficiadas por los aportes de la Ley de Riego repetidas veces. Son cientos de millones los que el Estado ha transferido a las empresas del líder de la CPC para tecnificar el riego de terrenos agroindustriales.
Los datos se obtuvieron a través la información societaria del conglomerado, obtenida a través de documentos públicos sobre Empresas Sutil, como memorias anuales de la compañía y auditorías financieras externas entregadas a entes reguladores como la antigua Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), hoy Comisión para el Mercado Financiero (CMF), entre otros, además de la nómina de aquellas personas naturales y jurídicas que han recibido bonos de riego desde la vigencia de la ley, según datos entregados por la misma Comisión Nacional de Riego a la Fundación Terram.
De esta forma, a través de la Ley de Riego compañías pertenecientes a Empresas Sutil recibieron recursos estatales por un total de —al menos— $412.667.835 entre 2005 y 2021. Las bonificaciones se hicieron en 15 oportunidades y la mayoría de los fondos fueron destinados a la instalación de sistemas de riego por goteo en terrenos en las regiones de El Maule, O’Higgins, Biobío, Coquimbo y Valparaíso.
Entre las beneficiadas aparecen sociedades como Agrícola Los Conquistadores, Agrícola Alianza S.A., Sutil Organic Farms y Hortifrut S.A., esta última, antes que Sutil vendiera su participación en 2009. Todas estas empresas estuvieron o están indirectamente bajo el control de Empresas Sutil, a través de sus filiales.
[caption id="attachment_697798" align="alignnone" width="935"] IMAGEN: Malla Societaria Empresas Sutil 2020.[/caption]
En la mayoría de las adjudicaciones la Comisión Nacional de Riego clasificó a las sociedades beneficiadas como “empresarios medianos”. Sin embargo, en cuatro oportunidades fueron catalogadas bajo la denominación de “pequeño empresario agrícola”. Entre ellas, Los Conquistadores S.A., controlada por el grupo empresarial a través de una de sus principales filiales Top Wine Group, que se dedica al negocio de las viñas y la producción de vino.
Esto ocurre porque la CNR al momento de realizar la evaluación del posible beneficiario no toma en cuenta el patrimonio de la sociedad o de sus propietarios, permitiendo que multimillonarios y grandes exportadores queden calificados como “pequeños”. En su lugar, se evalúa el proyecto específico y, principalmente, la “hectárea ponderada”, que es una forma que tiene la ley para medir la superficie del terreno del postulante a través de una tabla de equivalencias que en la práctica no contabiliza la real extensión de las tierras.
En cuanto al propio Juan Sutil, como persona natural también postuló a una de estas bonificaciones. Fue en 1995 cuando recibió un subsidio por $9,6 millones para hacer obras civiles en la comuna de Peralillo, Región de O’Higgins, con lo que pudo aumentar en casi 40 hectáreas su superficie de riego. Esta vez sí fue considerado por la CNR como un “gran empresario”.
Sutil Organic Farms
“Nicolás viene con este proyecto que hoy lo llamamos Sutil Organic Farm con el cual vamos a hacer berries y vegetales en la zona de Parral. Compramos un campo de 140 hectáreas y también 150 hectáreas en la zona de Bulnes donde vamos a hacer frambuesas orgánicas y estamos en este minuto en un proceso para adquirir un tercer campo en el cual vamos a hacer espárragos y Mora orgánica”, contó orgulloso Juan Sutil a La Tercera en abril de 2019.
Según dieron a conocer en ese entonces, esta nueva compañía se trató del ingreso definitivo de Nicolás Sutil Condon, hijo de Juan Sutil, dentro de las empresas de su padre. Ese año se convirtió en presidente de Viña Sutil y vicepresidente de la Agrícola Sutil, y hasta entonces participaba de la firma de ropa y accesorios outdoor Patagonia.
[caption id="attachment_697799" align="alignnone" width="737"] IMAGEN: Gobierno corporativo Empresas Sutil 2020.[/caption]
La empresa se creó con inversiones de la familia Concha, Agrícola Sutil y de Frutícola Olmué. Esta última vivió una breve polémica este año luego que se revelara este vínculo empresarial de la familia Hassler, a la que pertenece la alcaldesa de Santiago Irací Hassler, con la del presidente de la CPC, ambas con participación en Frutícola Olmué. Actualmente, el 50% de la propiedad de la agrícola orgánica la tiene Agrícola Sutil.
“Quizás es uno de los proyectos orgánicos más grandes de Chile, y uno de los más grandes del mundo”, detalló este año el mismo Juan Sutil. A pesar de esto, Sutil Organic Farms registra como beneficiario de dos subsidios estatales pagados recientemente.
En 2019, cuando se fundó esta sociedad, se consideró una inversión inicial de US$20 millones para los próximos cuatro años. Ese mismo año Sutil Organic Farms ingresó a un concurso de la Comisión Nacional de Riego para obtener recursos públicos y financiar la instalación de sistemas de riego por goteo. Fueron seleccionados y en 2020 la CNR los bonificó con $15.459.286 bajo la calificación de “pequeño empresario agrícola”.
A la fecha el conglomerado ha invertido US$11 millones para esta agroindustria orgánica y, sin embargo, la compañía recibió un nuevo subsidio este 2021 luego de postular a una adjudicación el año pasado. Esta vez el monto fue de $94.105.709, cayendo en el estrato de “empresario mediano” y también para realizar obras de riego por goteo.
En agosto de este mismo año, el empresario hacía un llamado en medios de comunicación para terminar con el Ingreso Familiar de Emergencia: “yo creo que eso tiene que ir obviamente en retirada porque el país no tiene la capacidad de sustentarlo en el tiempo y es precisamente para enfrentar la pandemia”.
“Grandes empresarios no deberían ser beneficiarios”
“Cabe preguntarse por qué en un contexto de crisis económica el Estado debe entregar subsidios para obras de riego a grandes empresas que tienen toda la capacidad económica para hacerlo”, afirma Flavia Liberona, directora ejecutiva de Fundación Terram.
“Resulta evidente que grandes empresarios no deberían ser beneficiarios de este tipo de bonificación. Por ello nos parece importante que en la discusión parlamentaria se haga un adecuado análisis sobre a quiénes están dirigidos estos subsidios de riego, para qué tipo de obras y para qué tipo de producción, interna o exportación”, argumenta.
Sobre la tramitación del proyecto de ley que busca prorrogar este sistema, asegura que la iniciativa “debiese establecer que un porcentaje importante del agua ahorrada gracias al subsidio del Estado sea destinada para el consumo humano y a conservación de ecosistemas nativos”.
“Proponemos que un porcentaje del agua ahorrada sea entregado de manera obligatoria, y no que quede sujeto a la voluntad del beneficiario, salvo cuando se trate de la agricultura familiar campesina, que a nuestro juicio debiese ser hacia quienes se debiesen focalizar estos subsidios”, agrega.
De igual manera, explica que desde Fundación Terram entregaron una minuta con datos a los senadores que están en la discusión parlamentaria. “Esperamos que los temas planteados al menos sean sometidos a discusión con otros actores, en particular lo relacionado a la prórroga por 12 años más de esta ley que pretende realizar el gobierno”, dice.
Por su parte, consultada Empresas Sutil sobre estos aportes estatales y las razones detrás de que el conglomerado agrícola participe en este tipo de concursos, el gerente general de Agrícola Sutil, Pedro Pablo Marín, afirma a El Desconcierto que “estas empresas son medianas autónomas, que aportan a través de la innovación y cambio tecnológico al desarrollo”.
“La ley es explícita en indicar como las empresas pequeñas, medianas o grandes pueden participar de estos procesos necesarios para generar más y mejores fuentes laborales, desarrollo sustentable y productos de exportación”, argumenta.
Respecto a la situación particular de Sutil Organic Farms y su calificación de “pequeña” a pesar de considerar millones de dólares en inversión, Marín sostiene que “es un proyecto de agricultura orgánica, en pro de un desarrollo sustentable de agricultura de clase mundial. En ese contexto participó del concurso público de acuerdo a los beneficios de la ley de fomento al riego y drenaje, que permite tecnificar y ahorrar recursos hídricos, tan necesarios en un escenario de cambio climático”.
[caption id="attachment_697801" align="alignnone" width="900"] FOTO: Cerezos, Fundo Las Garzas, Chillán. Empresas Sutil.[/caption]
“Es una nueva empresa que nace con socios que creen en que es necesario hacer un aporte, transformando agricultura tradicional a orgánica sustentable y circular”, afirma sobre la calificación que dio la CNR. “Es una empresa independiente que postula al igual que todas las empresas que quieren maximizar los recursos hídricos; de acuerdo a sus méritos y su estado de desarrollo bajo la ley de fomento al riego”, complementa.
Consultado sobre si la empresa requería de esos fondos para realizar la inversión o si solo fue utilizada como una forma de reducir costos a través del mecanismo, contesta que “los proyectos de inversión son necesarios para generar desarrollo sustentables y fuentes de trabajo. Los subsidios promovidos por la legislación tienen como propósito apoyar los cambios tecnológicos tan necesarios para sustentar los desarrollos productivos”.
Sobre los dichos de Juan Sutil acerca de los bonos y beneficios estatales, Marín se limita a responder que han “postulado legítimamente a concursos que la ley dispone y cuyo propósito es ayudar a todas las empresas de Chile a hacer transformaciones y tecnificaciones”.
Finalmente, en cuanto a la situación particular del subsidio recibido por el presidente de la CPC como persona natural, solo explica que “en 1995, hace 26 años atrás, al igual que muchos emprendedores que se iniciaban en la actividad agrícola, la actividad agrícola de Juan Sutil se desarrolló bajo su RUT utilizando dicha bonificación para la construcción de una obra hídrica”.