Liliana Ortiz, doctora de Concepción experta en bioética, falleció la madrugada del pasado 19 de julio en su casa en San Pedro de la Paz tras decidir hacer uso de la sedación paliativa para morir sin dolor.

La mujer de 47 años, ex académica de la Universidad de Concepción, tomó esta decisión después de estar luchando durante los últimos 26 meses contra un agresivo cáncer de mamas.

Para hablar sobre esta extrema medida, Ortiz grabó un registro audiovisual el pasado 17 de julio, a través del cual llamó a sus colegas, y a la clase política, a cuestionarse sobre las iniciativas legislativas en torno a esta temática.

“Soy médico de profesión, educadora por vocación, tengo 47 años y el año 2019 me diagnosticaron un cáncer inflamatorio de mama derecha, el cual tiene muy mal pronóstico pese a todos los tratamientos”, comenzó la doctora.

La doctora explicó que “hoy ya no comí, solo tuve diuresis gracias a los sueros que me pasaron. Deposiciones no tengo hace tres días. Todos los procesos básicos de un ser humano los tengo que hacer con asistencia. En ese contexto no se puede tener calidad de vida y espero que todos entiendan mi toma de decisión”.

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“Decirles que tuve la suerte de formarme en bioética (…) la cual me permitió comprender el concepto de la muerte y también de la decisión de los pacientes. Fui entendiendo conceptos tan complejos como el suicidio asistido, la eutanasia, etcétera”, indicó, detallando que su acción no es lo mismo que eutanasia.

Lo anterior, ya que esta “busca la muerte del paciente, aunque sea para calmar el dolor, pero busca la muerte. En el caso de la sedación paliativa, de lo que hablamos en realidad es de la sedación de un paciente que está sufriendo, que está con una enfermedad en etapa terminal, cuyo pronóstico no se va a modificar por el uso o no de la sedación. Lo que busca es devolver la dignidad en el proceso de la muerte de una persona. Yo viví dignamente y quiero morir dignamente”.

“Tengo claro la diferencia entre la eutanasia y la sedación paliativa, no obstante, sé que existen muchos colegas que no entienden esa diferencia y privan a sus pacientes de morir sin dolor, sin dignidad”, agregó.

Avanzar en una legislación justa

Por lo anterior, señaló que “mediante este mensaje quiero insistir más en la necesidad de repensar con nuestros legisladores cuáles son las decisiones que en salud se pueden tomar, ya que cada vez estamos más en una sociedad pluralista, multicultural, que puede llegar a ser respetuosa de los valores de los otros, siempre y cuando entiendan, como decía (Humberto) Maturana, que son tan legítimos como mis propios valores”.

“El concepto de alteridad, entender al otro como legítimo, es fundamental para poder avanzar en una legislación justa, que pueda dar cabida a todos los credos, y que, de una vez por todas, permita a la gente morir con dignidad”, continuó la experta en bioética.

Así también, Liliana Ortiz indicó que espera que, mediante su mensaje “puedan legislar, teniendo todos los antecedentes en mano. Lamento no haber sido convocada ninguna mesa de discusión a nivel político. Las regiones tienen mucho que decir y es importante que lo consideren”.