La candidata a la Convención Constitucional, Valentina Miranda (PC), abordó este sábado la acusación que pesa sobre el ex director ejecutivo de TVN, René Cortázar, quien también busca ocupar un cupo para redactar la nueva Constitución.

Esto, a raíz de una entrevista de la revista Sábado de El Mercurio, en la que Cortázar (DC) indicó tener nexos con la población del Distrito 8, donde postula, dado su ejercicio en el canal nacional en los años 90.

Para Miranda, es necesario recordar que “el candidato favorito de los empresarios” estuvo involucrado en una polémica durante esa época, relacionada con una investigación sobre los efectos nocivos del asbesto.

Según afirmó la ex vocera de la CONES, y de acuerdo con lo señalado por el analista Raúl Sohr, cuando Cortázar se desempeñaba como director ejecutivo de TVN censuró un reportaje periodístico que relacionaba a la empresa Pizarreño con este dañino material.

Valentina Miranda, a través de un video en Twitter difundió las declaraciones de Sohr, emitidas en el año 2013, acusando haber sido censurado en el canal nacional por decisión del candidato y a solicitud de Pizarreño en los años 90.

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“Nos parece impresentable que René Cortazar, quien aspira a representar a la comunidad de Maipú, que tanto ha sufrido y seguirá sufriendo producto del asbesto, haya participado en el encubrimiento del mayor genocidio industrial de la historia de Chile” indicó Miranda.

La ex dirigenta de los estudiantes secundarios lamentó por otro lado que “el año 2001 nuestro compañero Eduardo Miño tuvo que incendiarse frente a La Moneda para denunciar lo que René Cortázar ocultaba”.

Para finalizar, Miranda planteó que “la nueva Constitución no se mancha”, haciendo un enfático llamado a “evadir a los infelices de siempre”.

Pizarreño y el asbesto

Según se lee en el libro “Fibras grises de muerte”, escrito por Constanza San Juan Standen y Tania Muñoz Cuevas, “Pizarreño ocupó asbesto en su proceso productivo de fabricación de materiales para la construcción, violando normas de emisión de contaminantes, normas de seguridad laboral y desestimando otras tantas recomendaciones del mundo de la medicina”.

Además, “ha contaminado y exterminado a centenares de trabajadores y vecinos de sus fábricas ubicadas en Maipú, Santiago y San Pedro de la Paz, en la Región del Biobío. La mayoría de estos trabajadores y vecinos contaminados por el asbesto de Pizarreño han contraído asbestosis o mesotelioma pleural maligno, enfermedades mortales, muy dolorosas y agresivas, y que no tienen otra causa que el asbesto”, agrega el texto.

Fue en el lanzamiento de ese libro que Raúl Sohr acusó a Cortázar de censurar una relevante investigación del programa “Informe especial”, en la que se encontraba trabajando. Esta investigación buscaba informar a la opinión pública del severo riesgo para la salud de los trabajadores y sus respectivas familias que implicaba el uso de asbesto en los procesos productivos de la empresa Pizarreño.

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En la presentación, Sohr señaló que “el director ejecutivo me llama y dice 'esto no puede ir al aire. Atacar el asbesto es hacerle un daño al país'. Esto duró una discusión de varias horas con el director ejecutivo de la época, el señor René Cortazar. Esto culminó con mi salida de TVN”.

De acuerdo con el analista, “a partir de ese momento todas las intervenciones que quise hacer me fueron vedadas (…) La señal era que el asbesto no era un tema abordable por los medios”.

Han pasado 20 años desde que se prohibió el asbesto en Chile, siendo el primer país de Latinoamérica que tomó acciones para limitar el uso de este nocivo componente.

Sin embargo, de acuerdo con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, hasta 2019 todavía quedaban hogares con asbesto en su infraestructura, y no existe un catastro real de cuántos son a nivel nacional.