Este miércoles el Presidente de la República, Sebastián Piñera, encabezó la ceremonia de cambio de mando de Carabineros, donde acompañado por la Primera Dama, Cecilia Morel, el ministro de Interior Rodrigo Delgado y la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, entregó el mando de la institución al general Ricardo Yáñez, quien será el encargado de suceder al renunciado Mario Rozas.

En este contexto, el mandatario dio un discurso donde enfatizó que la policía mantiene protocolos para resguardar los derechos humanos durante sus procedimientos, y que "quien se desvíe de estas normas deberá asumir su responsabilidad frente a la institución, a la justicia y a la sociedad".

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Sin embargo, el gobernante cambió rápidamente el foco para volver a su retórica actual, donde establece que es por culpa de la ciudadanía que los agentes del Estado no pueden "cumplir con su deber", y que por ende la gente no estaba en condiciones de exigirle a los uniformados que lo hicieran.

"Hoy quiero pedir también, a todos los ciudadanos, ese respaldo y ese apoyo que requiere la labor de Carabineros", comenzó Piñera.

"Los carabineros no son de izquierda ni de derecha, no son de gobierno ni de oposición. Los Carabineros son de todos los chilenos, y en consecuencia, todos tenemos un deber de respeto y reconocimiento a la labor que ustedes cumplen", dijo el Presidente a las y los funcionarios presentes en la instancia.

"No resulta justo que la ciudadanía exija a Carabineros el cumplimiento del deber constitucional y de su juramento, si al mismo tiempo no entrega ese respaldo y ese marco legal adecuado, que les permita cumplir con sus labores, protegiendo su propia seguridad e integridad, y también la seguridad de sus comisarías, retenes y radio patrullas", sostuvo el mandatario.

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